Ahora que ha pasado el tiempo recuerdo todo lo que pase para llegar a los pies de mi amado Jesucristo.
Les contare un poco de mi vida, hace aproximadamente 15 años atras fui por primera vez a una iglesia evangelica, era una iglesia muy sencilla y humilde, recuerdo que tenian de fondo pintado una campo de espigas.
En el momento que entre cantaban y gritaban, en mi mente habian tantas preguntas que me empece a sentir incomoda, sentia un hormigueo desde los pies a la cabeza, queria salir corriendo y eso hice jajajja.
Sali corriendo de la iglesia, me fui, me sentia mal y la persona que me acopaño se fue a buscarme y le dije que no volveria.
pasaron 2 o 3 años no recuerdo bien cuando por primera vez fui a la iglesia a donde asisto actualmente, casa de Oracion para todas las naciones en Chitré.
Es interesante cómo Dios nos va hablando porque antes de visitar esta iglesia ya habian personas que me hablaban de Dios y hasta habia echo la oracion de fe, sin saber el poder que tenia. Solo fui de visita ese dia a la iglesia, en ese momento estaba pasando por una situacion muy dificil que fue lo que me llevo a conocer más a Dios.
Estaba muy apegada a una persona, dependia totalmente de su afecto, mi mundo giraba solamente con esa persona, hasta que un dia Dios me la quitó y aunque fue doloroso en ese momento le doy gracias a Dios porque fue sino fuese por lo sucedido hoy no seria una mujer libre, amada por Dios y feliz.
Mi familia siempre nos enseño el catolicismo por tradicion, pero yo me sentia vacia y cuando decido seguir a Cristo ellos se oponian constantemente, yo vivia con ellos asi que tenia que obedecerles.
Entre tantas experiencias, un dia sali de la universidad más temprano de lo normal y me fui a escondidas para la iglesia, me baja en el lira y de alli caminaba hacia allá. se habia despertado una necesidad de estar con él, llegaba a la casa a las 10pm que era la hora que llegaba de la universidad, pero no ellos no sabian que iba a la iglesia caminando sola.
Los domingos se me hacia muy dificil asistir a la iglesia, ya que no tenia que ir a la universidad y dependia economicamente de mis padres y hasta los buses eran dificiles de tomar en ese tiempo.
Bueno, todo esto se los cuento porque me siento contenta y agradecida con Dios por aceptarme y amarme, creo que valio la pena mis escapadas para ir a su casa y estar con él, no hay nada más importante que la presencia de Dios en el corazon.
Si te pasa igual que a mi, no te rindas, vale la pena seguir a Cristo, no desmayes, sigue buscandolo cada dia.
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