Enfócate

Perdemos el tiempo cuando nuestro enfoque se limita solo en los pesares de la vida, y dejamos pasar los pequeños detalles que traen consigo bendiciones. Hoy deja de lado lo malo y enfócate en lo bueno.

Antes que Jesús fuera arrestado para luego ser crucificado, estaba muy afligido por lo que le pasaría, pero lo que hizo fue orar al Padre, porque en Él estaba la fortaleza para que cumpla con su misión.

Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú. – Mateo 26:39 (RVR 1960)

La clave para enfocarnos en lo bueno es la oración, pero no la oración informativa, donde solo le contamos a Dios nuestros pesares sin entregárselas; sino la oración de fe, en la que entregamos en confianza todo aquello que nos aflige y dejamos que obre.

Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis. – Mateo 21:22 (RVR 1960)

Quita tu mirada de los problemas y enfócate en Dios

No se trata de ignorar los problemas y hacer de cuenta que no existen, sino de enfrentarlos con fe, confiando en que Dios se está haciendo cargo y nos dará la dirección y el apoyo necesario para superarlo.

Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos.
– Salmos 32:8 (RVR 1960)

Deja de enfocarte en lo malo y permite que Dios te ayude a ver con esperanza el presente y el futuro. Pon en primer lugar las promesas que el Señor te da y permite que el Espíritu Santo te enseñe a ver con fe cada situación complicada que se te presente.

¡Dios está contigo! no lo dudes, enfócate en Él. 

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