Todos los días luchamos con diferentes debilidades, si la cuentas a alguien cercano te dirá…”mmm pero es que eso es fácil de vencer”, pero sólo tú sabes lo difícil que es para ti. Y cada día luchas con dejarlo atrás, y hasta crees que eres el único o única qué pasa esa situación, pues déjame decirte que no estás solo(a).
Todos tenemos luchas, debilidades y tentaciones que vencer.
Mira en la Biblia, desde el primer libro Génesis encontramos a una Eva y un Adan que amaba a Dios, pero que cayeron frente a la tentación.
En el Nuevo Testamento, tenemos a un Pedro negando ser parte de los seguidores de Jesús, al cual el mismo vio hacer señales y milagros que realmente reflejaban ser el hijo de Dios, y vemos a un Apóstol Pablo, que luego de su encuentro con Jesús tuvo una conversión instantánea, pero que escribió en su Carta a los Romanos; “Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago.” – Romanos 7:15
Pablo, aunque reconoció su debilidad, también reconoció qué existe alguien que a pesar de que conoce nuestras luchas, debilidades y tentaciones, está siempre presente para ayudarnos a vencer así como el lo hizo.
Recuerda no estás solo(a), Jesucristo está de tu lado, sólo esperando que reconozcas que sin Él no podrás vencer. “¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?” – Romanos 8:31
Tomemos 5 minutos para entregar nuestras debilidades, luchas y recordemos que si podemos cambiar te aseguro que luego de pasar esos minutos cerquita a Él tu día cambiará.
Jesús nos guíe, fortalezca y guarde todos los días. Amén
LA
https://www.youtube.com/watch?v=z5Z90JO1CX8
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