¿Qué pasa? ¿Qué me está pasando? En 25 años no he sentido algo igual. Es simple, dice él:  
          -Ayer durante esa noche en que adorabas a Dios entre amigos, deposite algo en ti, por el deseo que tenías dentro de ti, de saber más sobre mi amor.

Dije yo: ¡Wao! He llorado y he sentido un quebrantamiento en mi corazón, un deseo que se ha convertido en una decisión de querer conocerte.  Jesús, sabes, nunca había sentido eso, siempre me pregunté qué significaba esa frase que susurraba en mi oído: “Llévame Señor, a tus cámaras de amor, donde me enamoro más de ti”.

Hoy no es solo una frase, ha sido una total experiencia. Ahora, tengo un deseo profundo por conocerte Jesús. Dice Jesús: – ¡Que hermoso amado mío!

Yo también quería desde antes que nacieras que desearas estar conmigo, porque tengo grandes planes para ti, planes que todavía no imaginas, planes que están por encima de tus pensamientos y aunque no los entiendas en este momento, debes seguir confiando en mí y buscando mi presencia.

Dije yo: – Nunca pensé que todo cambiaria, ahora mi vida es tan distinta, tengo un deseo por el futuro mucho más fuerte que nunca antes. Aunque no sé qué va a pasar en mi vida, tengo confianza que tú vas ayudarme a tomar buenas decisiones, porque he sido muy testarudo y no quiero fallarte ni a ti, ni a mi familia.

Voces escucho diciendo: ¡Las decisiones que tomas no son las correctas! Aunque tú sabes, yo soy muy obstinado. Ahora, deseo cambiar para bien, por amor a ti, deseo que las cosas sean diferentes.

5 años después…

Puedo reírme solo sin ningún motivo, vivo dando gracias y quiero que cada día que tengo contigo sea una aventura. No puedo quedarme quieto, lo siento Jesús, esa no es mi naturaleza, quiero moverme y conocerte más, aún en las noches mientras duermo, me pongo ansioso y mis latidos comienzan acelerarse un poco, deseo saber que pasará al día siguiente, me encuentro en una constante expectativa de lo que sucederá, creo que tú tienes cosas tan diferentes para mí, eso me lleno de gozo y me conmuevo, tengo una gran alegría.

Ahora, puedo ducharme y al caer el agua sobre mi cabeza, puedo decir por fe, que así de números son tus pensamientos dentro de mí. ¡Como todo ha cambiado amado Jesús! Nunca pensé que tú me inundaras con tus olas de amor todos los días.

Me confieso, tus olas me han abrumado, tanto que no me podido estar de pie, he sido derribado, como niño que cae en la arena, jugando en un paseo en la playa. ¿Qué dices Jesús? ¡Me has cambiado tanto! Dice Jesús: ¡Claro que sí! Todavía falta un poco más, porque apenas estoy empezando contigo. Tú crees que me has visto y tal vez que me conoces, pero te digo de nuevo: ¡Esto apenas está empezando! 

Ahora te digo: – Tú eres tan impredecible, pero eso me gusta de ti. Me has demostrado muchas cosas acerca del Padre, has cambiado mi vida. Estoy muy agradecido por todo lo que has hecho por mí, nunca me habían honrado tanto, eres especial.

Después de mucho tiempo conociéndote, me he dado cuenta de tu fidelidad, y del valor de ese gran sacrificio que hiciste por mí en la cruz. Gracias por estar allí, siempre para mí. 5 años después de conocerte en verdad, puedo decir que ha valido la pena tomar esa decisión, y no me arrepiento de haberla tomado.

Deseo más, aunque alrededor mío parezca tan normal, yo sé que viviré cosas sobrenaturales contigo en la época que viene. No escondas tu amor de mi, ni un solo día. Cuando este tan enfocado en mí, muéstrame quien necesita que yo le enseñe tus palabras.

Cuando me sienta solo, muéstrame toda la gente que has levantado para amarme, cuando no vea esperanza en el futuro, abre mi boca para decir: ¡Santo, Santo, Santo, él que es, él que era y él que ha de venir! Te quiero mucho Jesús, te estoy esperando.

Mi nombre es Bayron Ward, este es mi testimonio.

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