A la edad de 5 años mis padres se separan, vivíamos en ese tiempo en la ciudad de Colón. En ese momento sin saberlo empecé a adoptar actitudes por la separación de ellos.

De los 5 a lo 9 años me convertí en un niño sumamente callado, me sentaban en una silla y allí me quedaba tranquilo sin hablar con nadie.

Pero a los 9 todo empezó a cambiar, en la escuela me converti en un niño violento, me sentía bien golpeando a otros porque quería obtener respeto.
Entré a la escuela primaria muy niño y salí de mi sexto grado a los 11.

Cuando llegó mi cumpleaños número 12 ya entró al colegio. Este cumpleaños decido celebrarlo livando licor, conocí la droga cómo la cocaína y mi comportamiento era extremadamente rebelde y hasta del colegio me sacaron por mala conducta.
En este punto de mi vida yo estaba en Chitre y decido regresarme para Colón con mi papá que tenía problemas de alcoholismo.

Mi papá debido a su vicio con el alcohol no me prestaba atención, cuando él salía a trabajar yo salía a mis fiestas a drogarme y beber licor.
A los 13 años empiezo a vender drogas y viajaba de Colón a Chitre a realizar las vueltas ilícitas, no había nadie que me sujetará, yo me creía un hombre y me gustaba La Plata fácil.

Hubieron momentos en qué mi condición fue extrema, quedé sin zapatos, la vestido por la calle. También me enamoré de mi primera novia en Colón.

Ella tenía 16 años cuando quedó embarazada y lo único que podía pensar era que yo no tenía moral suficiente para educar a ese bebé por todo lo malo que hacía, entonces me refugie en la idolatria; pagaba mandas, caminaba hacia portobelo para tratar de enmendar mis errores.

La familia de ella no me aceptaba obviamente por mi condición, así que viaje a Chitre y empecé a trabajar en la ruta de los buses de Santiago. En esa ruta conozco a un siervo de Dios quién me presentó a un amigo de él llamado Eduardo Ramos.

Eduardo y yo nos hicimos buenos amigos, él me comenzó a enseñar la venta de bohoneria y trabajaba con él por las calles vendiendo. Años después él se convierte al evangelio y me habla de la palabra de Dios pero yo le decía que eso no era lo mío y no le hacía caso. Este hombre estuvo 9 años hablándome del amor de Dios y 2 años se quedó en silencio dejando que Dios trata conmigo y seguía orando.

A través de él conozco a la mamá de mi segundo hijo, esta relación dura un poco más que la primera pero al final terminó y yo culpaba a Dios por todo lo malo que me pasaba.

Los últimos 2 años que Eduardo ya no me hablaba de Cristo pero seguía la relación caigo en una crisis por causa del alcohol y trato de suicidarme 3 veces, con cloro, con medicamentos e intente tirarme de un edificio. Aún en los intentos recordaba las palabras de mi amigo Eduardo y tenía una batalla en mi interior y temor de quedar parapléjico y ser una carga para las demás personas. Pero esta crisis me lleva a aceptar a Cristo en mi corazón y no matarme.

Pasaron muchos episodios donde pude ver a Dios librarme de la muerte varias veces aunque yo seguía muchas veces borracho y ponía personas a mi alrededor que me hablaban de Jesucristo y yo volvía aceptar a Cristo y les decía que Dios no me escuchaba.

En medio de todo esto,Dios está trabajando con mi corazón. Luego conozco a la que hoy actualmente es mi esposa, ella estaba pasando por una situación de salud que yo desconocía la gravedad.

Notaba que nadie la visitaba en el hospital y empezó a interesarme su situación cómo amigo, pero mucho tiempo después me enamoré de ella.
El médico me dijo que tenía cáncer de páncreas. Esta fue la cereza del pastel de todo lo malo que me pasaba y yo decía que Dios no existía por todo lo que me pasaba y que ahora esta joven iba a morir.

En medio de esas crisis mi mente recordaba las palabras que tantas personas me decían de Dios y fue allí donde hago un pacto con Dios y le dije en una mañana que estaba borracho : si tú existe, no permitas que esa mujer se muera en la operación.
Para mi sorpresa la operación de mi esposa fue un éxito y Dios cumplió desde ese entonces fui a la iglesia donde asistía mi amigo Eduardo por primera vez a darle gracias por librarla de la muerte y ver que su recuperación fue muy rápido y estaba muy bien.

Tengo tanto que agradecerle a Dios por salvar mi vida, salvar a mi esposa, darme una familia maravillosa y un tercer hijo junto a ella. Ahora juntos servimos al Señor Jesucristo y para su Gloria soy Pastor en la Cárcel de Chitre, ayudando a jóvenes, hombre que también han pasado circunstancias como yo y le sirvo en la iglesia Casa de oración para todas las naciones.

Quiero dejarte este pasaje de la Biblia que es mi estandarte en la cuál creo firmemente y espero que mi testimonio sea de bendición para usteds.

El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.
Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.
Romanos 8:16‭-‬18


Te invitamos a contar tu testimonio.🔥

Envíanos un mensaje a info@viarescate.com
También puedes contactarnos por nuestras redes sociales.

Author

Categories: Testimonios

0 Comments

Leave a Reply

Avatar placeholder

Your email address will not be published. Required fields are marked *