Un domingo en la iglesia se estaba predicando de la gloria de Dios, yo estaba embarazada tenía 28 semanas, ese día lloré en el culto y le oraba a Dios diciendo \”yo quiero ver tu gloria\” sin saber lo que pedía.
Pasaron los días y me enfermé, sentía mi vientre inflamado, llamé a la doctora Chiari y ella me examinó, me mandó venoclisis, pero mis molestias seguían cada vez más.

Luego me hospitalizaron jueves y viernes porque aún no se sabía que tenía. Llegó el doctor Abel Pérez (cirujano) y el doctor Ríos para decirme que era mejor enviarme a la capital porque yo era una bomba de tiempo y me llevaron urgente.

Cuando llegué le sábado en la noche me puse a llorar y oré a Dios
\”porque me pasa esto a mi\”, estaba en el complejo hospitalario era un lugar muy incómodo y desagradable, me sentaron sola en un pasillo.

El domingo en la mañana entra una doctora para informarme que me harían el último ultrasonido y me tiré en el suelo y comencé a orar a Dios de rodillas \”Señor, muéstrales que es lo que tengo, tú me creaste.\”

En la tarde entran 6 médicos y me dicen que soy un milagro, usted está viva de milagro porque se le desarrolló un plaston apendicular y no podemos operarla por su estado de embarazo, eso significaba que mi apendis se había reventado pero mis intestinos encapsularon la apendis para que no me diera una infección donde eso provocaría la muerte de ambos.

Ese mismo día a las 12 de la noche tenía Gana de ir al baño oré y dije
\”Señor guarda a mi hijo\”, en el camino siento que se me sale el orine con pequeñas punzadas que era contracciones y yo no lo sabía.

Veo a lo lejos a un hombre que se me parecía conocido, era Robertito un joven que creció conmigo en el barrio que estaba como jefe de sala en ese momento y es un ginecólogo cirujano y me saludo, me pregunto si me sentía bien y le dije que no. Envío a que me examinaran y resulta que había rompió fuente.

Me asusté porque mi hijo aún no tenía el tiempo para nacer, entonces él médico mandó a ver su peso y tenía 4 libras así que dijo que para su tiempo estaba bien el peso y podía darlo a luz.
Toda la iglesia empezó a orar por mi, mi familia, yo estaba sola en el hospital sin madre, ni nadie.

Cuando estaba sentada sentí que Jesús se sentó a mí lado, me agarró la mano y me dijo \”yo estoy contigo\”. Y le agarré la mano también.

Estuve 3 horas en el proceso de dar a luz, mi hijo David nació, ese fue el nombre que Dios le dio porque me dijo que vencería muchos Goliat y allí empezó el primero, estuvo 10 días en cuidados intensivos

En ese proceso no podía respirar y yo cada día que iba a verlo declaraba las promesas de Dios sobre él y oraba.

Una doctora me dijo que debía hacerle un examen llamado encéfalo grama porque el tenía un problema cerebral y me explico las consecuencias.
Estuve toda la noche llorando y a las 5:00 am Dios me da una palabra

El les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe?
Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar;
y se hizo grande bonanza.
Mateo 8:26

Que él ya había reprendido el viento y mi corazón sintió paz.
Cuando me entregaron los resultados, todo está muy bien en su cabeza, fue un milagro pude ver la gloria de Dios y su gracia en nuestras vidas.

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Categories: Testimonios

1 Comment

Victor Tello · September 13, 2019 at 12:11 am

Waooo sin palabras… y verlo ahora como ha crecido… simplemente Dios se pasa de bueno

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