“Aunque tu padre y tu madre te dejaren con todo Jehová te recogerá”.Salmo 27:10

Tenía tan solamente 14 años, cuando un 6 de diciembre a las 2:00 de la madrugada suena el teléfono para informarle a mi papá, que mi mamá había muerto y fue exactamente a las 7.oo de la mañana cuando mi papa nos dio la noticia a mi hermano y a mí, cuando nos preparábamos para ir a visitar y pasar el fin de semana de la madre junto con mi mamá.

Por mucho tiempo siempre sentía la culpa y el dolor que el día que falleció mi mamá, estuvo sola y sin que yo pudiera ayudarla, después de haber transcurrido un tiempo de su pérdida tuve la oportunidad de ingresar a una academia de artes marciales, en la que mi instructor siempre nos hablaba de Dios, un día yo con la curiosidad que me caracterizaba, le pregunte si podía ir un día a esa iglesia de él.

Y fue así como un domingo del año 1988, fui a una pequeña iglesia por San Miguelito, escuche las alabanzas y comenzó la prédica, no recuerdo el tema, lo único que jamás olvidaré es que cuando el pastor comenzó a orar por los enfermos, hizo un alto y dijo en este lugar hay una persona que siente una pena muy grande, un peso de culpa y en eso comienza el pastor a decir: “Hoy el Señor te dice que tú no eres culpable de la muerte de tu mamá, que Dios tiene el control de todo, que de ahora en adelante yo seré tu Padre, porque aunque tu padre y tu madre te dejaren con todo Jehová te recogerá, y en eso yo comienzo a llorar, y el pastor decía donde esta esa persona el señor te quiere sanar, y yo me preguntaba será conmigo, y el pastor seguía el Señor te dice desde hoy eres la hija de Dios, no temas y comencé a llorar y me levante y desde ese día acepte a Jesús en mi corazón.

Tuve la oportunidad de conocer al mismo Dios y el trato personal que tuvo conmigo, desde ese día he experimentado muchas vivencias, testimonios y experiencias de un Dios todopoderoso.

Han transcurrido 32 años, crecí en los tiempos de grandes cruzadas evangélicas, con grandes evangelista de aquellos tiempos, Yiye Avila, Billy Graham, las cruzadas de Hossana en el Estadio Artes y Oficios, crecí con las alabanzas y adoraciones de los canticos e himnos, Danny Berrios, Marino, Marcos Witt.

El mismo Dios de ayer hoy y siempre, el mismo fuego del Espíritu Santo, claro que he tenido tiempos de desierto, tiempos de silencio y tiempos en los que había muchas giras médicas en las montañas y campañas de evangelización, he visto el poder de Dios sanar y hacer muchos milagros.

Mi mensaje final es algo que siempre he tomado como practica en mi vida diaria, cada día Dios nos da la oportunidad de impactar una vida, de compartir con una persona el grande amor de Dios con cada uno de nosotros, que siempre habrá una persona que necesitará una palabra de Dios y aprendí que hay uan gran fiesta en los cielos por un pecador que se arrepiente.

Author

Categories: Testimonios

0 Comments

Leave a Reply

Avatar placeholder

Your email address will not be published. Required fields are marked *