Jesús vino a servir

Te invito a leer Juan 13: 1-17

Jesús lavó los pies malolientes, sucios y encallecidos con sus propias manos santas. En este punto, los discípulos están preparados para que Jesús se convierta en el líder militar y político de Israel.

Si Jesús hubiera querido, fácilmente podría haber impresionado a los discípulos con su currículum. Creador, Sustentador, Señor Soberano, Rey y Mesías son algunos de los títulos que Jesús tenía como Hijo de Dios. Hombres como Pedro, Santiago y Juan se sentaron junto a Jesús listos para recibir posiciones de autoridad en Su nuevo régimen.

En cambio, Jesús se quitó la ropa y actuó como un esclavo. El que más merecía la posición y el título eligió al siervo como su título y la humildad como su actitud. Jesús, la persona más importante en la sala, comenzó a lavar los pies de los discípulos demostrando que en la economía de Dios, la grandeza se muestra a través de la humildad, el servicio y el sacrificio. El que será honrado en el reino de Dios está dispuesto a entregar todo para honrar a Dios.

Si somos honestos, todos pasamos un buen rato tratando de hacernos un nombre en lugar de poner nuestro nombre por Jesús. Nuestro deseo de ser grandes a los ojos de los demás es nuestro obstáculo. ¿Qué pasaría si aquellos que afirman seguir a Jesús realmente siguieran Su ejemplo al dejar nuestros títulos, posiciones, estatus, postura e influencia para convertirnos en siervos de todos?

Jesús dijo: \”Les digo la verdad, los esclavos no son superiores a su amo ni el mensajero es más importante que quien envía el mensaje.\” – Juan 13:16.

Los 11 hombres en esa habitación cambiaron el mundo al dejarlo todo y convertirse en sirvientes de todo. ¿Qué estamos esperando?

Te invito a reflexionar y reflejar las siguientes preguntas: