Así que, hermanos, yo les ruego, por las misericordias de Dios, que se presenten ustedes mismos como un sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. Así es como se debe adorar a Dios. Romanos 12:1 RVC
En un lapso de mi vida acostumbraba a confundir la adoración como un momento del servicio en el que se cantaba, así que asumía que la adoración era cantar.
Leyendo un libro llamado “Adorar la máxima prioridad” de John MacArthur comprendí muchas cosas y una de ella es que la adoración es aquella que das en gratitud a Dios, es más que cantar o danzar, es mi vida como estilo de adoración.
Anteriormente te compartía sobre cuidar la salvación, ese precioso regalo que nos dio Jesucristo, hoy te quiero compartir sobre como agradecerle por ese regalo y este se da por medio de la adoración. Aunque vendiéramos todos nuestros bienes y juntásemos todo el dinero del mundo jamás podremos pagar lo que hizo en la cruz por nosotros, algo que si podemos hacer para agradecerle es brindarle nuestra adoración genuina y sincera de todo corazón.
Aun perteneciendo a un ministerio de música mi idea de adoración genuina y sincera era pararme en el altar, cerrar los ojos, sentir que mi corazón cantaba, olvidarme de impresionar. Esta era mi perspectiva de adorar con el corazón. Si bien es cierto, cantar de forma desinteresada, la alabanza es parte de la adoración, pero no lo es todo.
John MacArthur en el libro antes mencionado escribió “La adoración es la vida cristiana como el timón al barco; como el motor al carro” en pocas palabras debe ser el centro de nuestra vida, todo lo que hagamos en nuestro diario vivir, incluyendo nuestros pensamientos, debemos preguntarnos si agradan a Dios. Como he comentado nuestra naturaleza humana es pecaminosa, sin embargo, una forma muy importante de adorar es reconocer que le hemos fallado. Un ejemplo de esto se encuentra en Nehemías 9, el pueblo reconoció su pecado y esta adoración agradó a Dios. El arrepentimiento es una forma de gratitud a Dios porque reconoces que fuera de Él no hay salvación.
Si me preguntas ¿Qué es adorar? adorar es orar, es leer la palabra porque es ella quien te ayuda a conocer en que le has fallado a Dios (Nehemías 8:1-12), es dar alabanza, predicar, reconocer nuestros errores y que todo eso forme parte de nuestro diario vivir. Todo aquello que hagamos con el fin de agradarle. Si resumimos podemos notar que nuestra intimidad con Dios es una forma de adorarle. La adoración es la mejor forma de agradecerle por lo que hizo, por lo que hace y seguirá haciendo en nuestras vidas.
Procuremos que nuestra adoración sea olor fragante para Él. No solo es hacer esto parte de nuestra vida, lo importante es que cuando hagamos cada una de ellas sea de forma sincera, desinteresada y de todo corazón porque bien podemos hacer todo esto, pero sin un corazón sincero como considerar todo aquello como adoración recordemos “el Padre busca adoradores que le adoren en espíritu y en verdad” (Juan 4:23-24). Dios te bendiga, no olvides que Jesús te ama.
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