Vivimos en un tiempo donde pareciera que ser débil es sinónimo de que no sirves, no podrás lograr nada en la vida y tienes que estar en el clan o grupo de los fuertes.
La sociedad se ha llenado de apariencias y autoengaño donde nos cuesta decir, me siento mal en esta área de mi vida, puedes orar por mi.
Quizás sientes que debes hablar con alguien pero tienes pena o te sientes intimidado de buscar ayuda porque eres lider, ministros de alabanza o pastor y piensas en lo que puedan pensar de ti (padres, amigo, novio, compañeros etc.) en esta debilidad que sigue allí.
En el pueblo donde vivo trabajan el barro para hacer hermosas vasijas decoradas pero son frágiles, si se cae automáticamente se quiebra en pedazos y pierde la forma. En la Biblia menciona que somos vasijas de barro y me llamó mucho la atención porque muchas veces queremos ser perfectos en todas las cosas y lo único que conseguiremos es frustración porque no somos perfectos.
Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros
– 2 Corintios 4:7 RVR1960
Lee este versículo nuevamente y despacio porque allí Dios nos está diciendo que a esos vasos de barros o sea a nosotros los frágiles, los débiles, los llorones, los que se quiebran fácilmente, nos escogió para depositar un tesoro , waooo !!
Que maravilla, Dios te escogió para poner algo muy valioso dentro de ti y sabes que es lo que nos hace valioso ? CRISTO EN NOSOTROS.
Y mira el propósito por el cuál nos escogió, nos escoge para que la excelencia de Dios se pueda ver en medio de nuestra fragilidad.
Si la gente ve excelencia no es por nuestros méritos es porque Dios habita en nosotros y nos hace ver hermosos frente a otros, relucientes.
El mundo necesita ver ese tesoro que fue depositado en ti, tú debilidad se convierte en excelencia por causa del poder de Dios en ti.
Diga el débil: Fuerte soy.
– Joel 3:10
En Cristo los débiles nos hacemos fuertes, bienvenidos al club de los fuertes por Cristo.
No mires tú debilidad, mira el tesoro que hay dentro de ti.
Dios te bendiga
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