“Mas el mismo Dios y Padre nuestro, y nuestro Señor Jesucristo, dirija nuestro camino a vosotros. Y el Señor os haga crecer y abundar en amor unos para con otros y para con todos, como también lo hacemos nosotros para con vosotros, para que sean afirmados vuestros corazones, irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos.”
1 Tesalonicenses 3:11-13 RVR1960

El Apóstol Pablo, luego de haber tenido la revelación del Hijo de Dios, su vida dio un giro enorme, dentro de su misión y visión de vida, no hubo algo más importante que transmitir el mensaje de amor y esperanza de Dios, por medio de Jesucristo.

Pablo se esforzó pese a la distancia, de recordarle a cada persona que era miembro de las Iglesias que él había fundado o de los lugares que él había visitado y el mensaje había sido recibido, de que no estaban solos, que adicional a que siempre Dios estaba con ellos, el también.

“Pero cuando Timoteo volvió de vosotros a nosotros, y nos dio buenas noticias de vuestra fe y amor, y que siempre nos recordáis con cariño, deseando vernos, como también nosotros a vosotros,”
1 Tesalonicenses 3:6 RVR1960

“por ello, hermanos, en medio de toda nuestra necesidad y aflicción fuimos consolados de vosotros por medio de vuestra fe; porque ahora vivimos, si vosotros estáis firmes en el Señor.”
1 Tesalonicenses 3:7-8 RVR1960

Pablo nunca dejó solos a sus hijos en la Fe, y cada vez que había un conflicto, o alguien no sabía cómo manejar una situación en específico, Pablo respondía, y respondía con amor.

A nuestro alrededor hay muchas personas que nos aman. Quizás pensarás que no tienes apoyo de nadie y que estás solo. NO es así; de seguro hay alguien que te estima sin mirar cómo eres o has sido, y que está disponible para escucharte y hacerte ver que no estás solo. Pero… ¿Cuál es nuestro error? Que no sabemos reconocer cuando necesitamos el apoyo de alguien.

Quizás, alguna desilusión, alguna traición de un amigo, un familiar, no te deja confiar en nadie, y por eso no te atreves a reconocer que necesitas que alguien te escuche y te aconseje.

Me atrevo a decir, que muchas veces cuando a Pablo le llegaban las cartas de alguna iglesia en particular detallándole X situación, la persona que lo escribió, quizás se apenaba porque no quería dar a conocer lo que sucedía, pero reconocía que el consejo de Pablo ayudaría a manejar la situación de manera sabia.

Debemos aprender que no somos árboles sin ramas, que estamos rodeados y llenos de hojas (nuestros amigos, familia, compañeros de trabajo, etc.…) que están dispuestos a escucharnos, y a darnos un consejo que de seguro nos hará recordar que Dios habla por medio de diferentes personas…sólo recuerda ser sabio a quien dirigirte, “Así que, por sus frutos los conoceréis.” Mateo 7:20 RVR1960 Busca una persona, que posea características de sabiduría en todo su proceder. Y deja que te aconsejen.

Recuerda: ¡Tú No estás sólo!

Bendiciones
LA

Author

Categories: Devocional

0 Comments

Leave a Reply

Avatar placeholder

Your email address will not be published. Required fields are marked *