Y asimismo de Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora serás pescador de hombres. Lucas 5:10

Esta historia en lo personal me gusta mucho, te contaré un poco sobre ella:

Los discípulos de Jesús se encontraban en su labor de pescar, pero tuvieron un mal día, ya que no lograban pescar nada, así que ellos se retiraron y partieron hacia la orilla para volver. Cuando estos estaban en la orilla, Jesús los vio y les dijo boguen mar adentro y vuelvan a tirar la red, Simón Pedro le dijo “llevamos toda la noche pescando, pero en tu nombre lo haré” y sorprendentemente las redes de la barca se rompían de la cantidad de peces que lograron pescar, este milagro hecho por Jesús se le conoce como la “La Pesca Milagrosa”.

Es muy difícil seguir intentándolo cuando ya no hay esperanzas, es muy difícil seguir orando cuando la realidad del mundo parece todo lo contrario a lo que oras, pero el Señor nos dice hoy que volvamos a tirar la red. No sé cuanto tiempo lleves orando por un milagro e intentándolo todo, pero no te rindas, no dejes de tirar la red, confía en que el Señor aparecerá en el momento justo para hacer tu milagro.

Pedro se encontraba toda la noche intentándolo hasta la último, pero en el momento del desanimo escuchó la voz de Jesús y su fe arrebató el milagro. También me hace entender que en medio de esos procesos en que sentimos que tiramos la red y no logramos obtener respuesta, el Señor nos capacita y nos muestra el propósito que tiene para nosotros, pues, en el Señor Jesús nada es por que sí, todo tiene un propósito.

Jesús pudo aparecer en la noche y evitarle una noche cansada a Simón Pedro, pero no fue hasta el final que apareció y ¿Por qué fue esto? Jesús quería enseñarle a Simón Pedro a no desmayar y a tener fe para que cuando se convirtiese en pescador de hombres, no dejará de tirar la red, perseverará hasta conquistar almas. Tu proceso no es casualidad, el Señor te esta moldeando para cosas grandes. No desmayes, no abandones, no tires la toalla, mejor sigue tirando la red, no estás solo Jesús está contigo y tiene un propósito mayor contigo, “el proceso que estás pasando no se compara con la recompensa que Jesús tiene para ti”.

La mejor manera de tener una victoria en el proceso es alabar con todo tu corazón a aquel que ya te dio la victoria, ¡sí ya te dio la victoria!, así que nos desmayes y sigue perseverando. Y cuando veas la respuesta de Jesús a tu favor, no te quedes callado (a), conviértete en un pescador de hombres.

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