“Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús alzando los ojos dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído”
– Juan 11:41

Cuenta la biblia la historia de dos mujeres cuyos nombres eran María y Marta, ellas tenían un hermano llamado Lázaro. Ellos eran amigos de Jesús. Resulta que Lázaro se enfermó y Jesús estaba lejos del lugar donde ellos se encontraban, Lázaro enfermó a tal manera de morir y Jesús parecía no llegar a tiempo.

Hay momentos y situaciones que nos sorprenden de repente, pareciese que Jesús está lejos de donde estamos, pareciera que estamos solos y que todo está en descontrol. Te puedes sentir como María y Marta que trataban de localizar a Jesús y él no llegaba.

Sigue contando la biblia que cuando Jesús llegó al lugar donde estaba Marta y María, Lázaro había muerto. Generalmente hay momentos que parecen que todo está perdido, pero tenemos un Dios de lo imposible, que hace todo posible, para Marta y María ya no había solución, pero era el momento en que Jesús mostraría la gloria y el poder de Dios. Cuando Lázaro tenía 4 días de muerto, Jesús llegó e hizo un milagro de resurrección.

He aprendido que “En los de repentes, Dios muestra su gloria”, de repente Lázaro enfermó, de repente Jesús no se encontraba cerca, puede que de repente estés en una situación donde ni los médicos saben qué es, de repente Lázaro murió y en ese de repente Dios escucho un grito de auxilio por parte de Jesús y Lázaro resucitó.

Te cuento un testimonio reciente: hace dos semanas mi papá tuvo un accidente, fue algo que ocurrió de repente, no fue esperado, nos sorprendió una mala noticia, los médicos no me daban esperanza, solo decían haremos lo que podemos, no te prometemos nada. Fue un proceso difícil para mí y para mi familia. Hubo momentos en que decía “Señor dónde estás”, pero luego mi corazón pudo sentir que no estaba sola y el Señor estaba conmigo. Te puedo testificar y dar fe de que tus gritos de auxilio son escuchados.

Para honra y gloria del Señor mi papá está con vida y recuperándose de todas sus lesiones, el Dios que tenemos es un Dios de lo imposible, cubrió todo, lo económico y la fortaleza que necesitaba, así que, no dudes, ten fe porque tus gritos de auxilios también son escuchados.

Recuerda “Cuando te suceda lo inesperado, clama porque Dios mostrará su gloria”, Jesús escuchó a Marta y a María, Dios escuchó a Jesús y también escuchó mi grito de auxilio, solo ten fe.

Author

Categories: Devocional

0 Comments

Leave a Reply

Avatar placeholder

Your email address will not be published. Required fields are marked *