Pues ustedes, mis hermanos, han sido llamados a vivir en libertad; pero no usen esa libertad para satisfacer los deseos de la naturaleza pecaminosa. Al contrario, usen la libertad para servirse unos a otros por amor. Pues toda la ley puede resumirse en un solo mandato: «Ama a tu prójimo como a ti mismo», pero si están siempre mordiéndose y devorándose unos a otros, ¡tengan cuidado! Corren peligro de destruirse unos a otros.
– Gálatas 5:13-15

Imagina que no has comido nada durante semanas. Tu hambre sería tan abrumadora que consumiría todos tus pensamientos. Si vieras la comida que tanto deseas, ¿cuáles son las posibilidades de que la compartas con una persona igualmente hambrienta?

Pablo está pensando en esa línea cuando nos advierte que no nos “mordamos y devoremos” unos a otros (Gálatas 5:15). Cuando estamos vacíos espiritualmente, vemos a las personas y las cosas como medios u obstáculos para llenar nuestro vacío.

Jesús nos libera de nuestra naturaleza pecaminosa, para que no tengamos que dejarnos llevar por nuestro vacío. Jesús nos libera para que podamos tener una relación con Dios. La libertad que Jesús murió para darnos no es la libertad de hacer lo que queramos. Es la libertad de conocer a Aquel que nos creó y experimentar Su amor.

A medida que conocemos a nuestro Padre celestial, Su amor nos llena. Y es desde ese lugar de ser plenamente amados que nos damos cuenta de que hemos sido liberados para servirnos unos a otros con amor (Gálatas 5:13).

Amar a tu prójimo como a ti mismo es querer algo para él tanto como tú lo deseas. No podemos reunir ese tipo de desinteres. Lo encontramos cuando nos damos cuenta de que nuestro Padre celestial nos ama, nos conoce y nos provee por completo.

Servir a otras personas es más que hacer lo correcto u obedecer las Escrituras. Ambas son buenas motivaciones, pero lo más divertido y libre que seremos jamás será cuando estemos sirviendo a los demás debido al desbordamiento del amor de Dios por nosotros.

Reflexiona hoy en lo siguiente:

  • ¿Cómo estás usando la libertad que Jesús te da?
  • ¿Cuándo fue la última vez que pensó en por qué hace las cosas que hace?
  • Considere hacer una lista de sus responsabilidades y actividades. Luego, pídale a Dios que le hable sobre cada uno. ¿Hay algo que deba empezar a hacer o dejar de hacer?

Recuerda dejar tus comentarios

Dios te bendiga

Author

Categories: Devocional

0 Comments

Leave a Reply

Avatar placeholder

Your email address will not be published. Required fields are marked *