Pero a Lot no lo quemó, pues era un hombre bueno. Aunque Lot vivía en esas ciudades, todos los días sufría mucho al ver y oír las maldades que esa gente cometía. Esto nos demuestra que Dios sabe solucionar los problemas y dificultades que tienen los que lo obedecen, pero que también habrá de castigar a los que hacen lo malo, y lo hará el día en que juzgue a todos.
– 2 Pedro 2:7-9
Cosas terribles suceden en nuestro mundo hoy. Todos sabemos que existe. Mira las noticias de la noche en cualquier red y las verás: odio incontrolado, división, maltrato sin sentido hacia los demás y más.
Uno de los primeros seguidores de Jesús, Pedro, escribió que las acciones egoístas, el engaño y la codicia no son nada nuevo. También sucedían cosas inimaginables en su día cuando la gente elegía seguir versiones destructivas y sesgadas de la verdad.
Esto podría hacernos preocupar, pero Pedro nos dice que Dios lo tiene bajo control. Dios no está sorprendido por el caos en nuestras vidas. Él está trabajando a través de todo.
Pedro nos da ejemplos de tiempos en la historia en que Dios ha llevado a las personas a través de situaciones oscuras. La presencia del pecado humano ha sido constante, pero la capacidad de Dios de sacar mejores cosas de lo que está mal siempre es más fuerte. Jesús rescata a las personas que lo siguen, mientras que otros que continúan rechazando el rescate de Jesús tienen que experimentar las consecuencias de sus propias acciones destructivas. Él hará lo mismo por nosotros.
Debido a que Jesús es más fuerte que todos nuestros pecados, el rescate siempre es posible.
Reflexiona:
– ¿Cuántas veces te ha rescatado Jesús de una situación destructiva?
– ¿Qué historias del rescate de Dios de tus amigos o familiares puedes celebrar?
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