Te invito a leer el Salmo 139.

Todos lo hacemos. Compartimos fotos sonrientes con nuestros familiares, amigos ó conyugés, sabiendo muy bien que una pelea estalló momentos antes. Pasamos tanto tiempo haciendo que nuestra comida sea digna de Instagram, que hasta esta fría cuando empezamos a comer.

Todos somos culpables de poner solo la mejor versión de nosotros mismo en las redes sociales, tanto en lo que mostramos como en lo que dejamos de lado.

A veces, no queremos que la gente sepa nuestras fallas porque tenemos miedo de que no les agrademos. Pero no tenemos que preocuparnos por eso con Dios. Él conoce todos nuestros errores, pero todavía nos ama y nos acepta.

Pero Dios mostró el gran amor que nos tiene al enviar a Cristo a morir por nosotros cuando todavía éramos pecadores.
Romanos 5: 8

En el Salmo 139, David se maravilla de la forma en que Dios sabe todo sobre él. Al final del salmo, acepta la oportunidad de ser vulnerable y le pide a Dios que le revele su pecado: Examíname, oh, Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce los pensamientos que me inquietan. Señálame cualquier cosa en mí que te ofenda y guíame por el camino de la vida eterna.” – Salmos 139: 23-24.

Esa fue una oración audaz, especialmente para David. Hizo muchas cosas pecaminosas como rey de Israel, incluso cometer adulterio y asesinar a alguien. Sin embargo, debido a que David estaba dispuesto a admitir su pecado y alejarse de él, Dios lo usó para hacer grandes  cosas así como en 2 Samuel 11 & 2 Samuel 12.

Nuestro mejor paso a menudo viene al otro lado de una oración vulnerable. Cuando le pedimos a Dios que examine nuestro corazón, Él revelará dónde necesitamos hacer cambios. Su objetivo no es condenarnos, sino darnos una vida llena de gozo y alegría.

Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él.
Juan 3:17

Cuando dejamos de sentir que tenemos que impresionar a Dios, podemos comenzar a ser transformados por Él.

Cuando obedecen mis mandamientos, permanecen en mi amor, así como yo obedezco los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho estas cosas para que se llenen de mi gozo; así es, desbordarán de gozo.
–  Juan 15: 10-11

Bendiciones.

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