Todos hemos conocido a personas cuyas acciones no se alinean con lo que dicen creer. Conocer historias y versículos de la Biblia no es tan impactante como hacer lo que dice la Palabra de Dios.
Para que el conocimiento haga la diferencia, tenemos que ponerlo en práctica. De la misma manera que un entrenador no ve la efectividad de un plan de juego hasta que el equipo empieza a jugar, nunca sabremos cuánto sabemos de Dios hasta que entremos en el juego. Cuando damos pasos de fe, descubrimos lo mucho que sabemos, así como lo mucho que aún no entendemos.
Por ejemplo, sabemos que estamos llamados a servir, pero hasta que no empecemos a servir, no entenderemos del todo cómo servir nos acerca a Dios.
Dios, de su gran variedad de dones espirituales, les ha dado un don a cada uno de ustedes. Úsenlos bien para servirse los unos a los otros. – 1 Pedro 4:10
Sabemos que debemos perdonar, pero hasta que no hagamos el duro trabajo de perdonar, no entenderemos lo liberador que es dejar ir el pasado.
Por el contrario, sean amables unos con otros, sean de buen corazón, y perdónense unos a otros, tal como Dios los ha perdonado a ustedes por medio de Cristo. – Efesios 4:32
Sabemos que Dios quiere que lo pongamos en primer lugar en nuestras finanzas, pero hasta que no lo hagamos, nunca entenderemos realmente lo mucho que Dios provee. (Malaquías 3:8-12).
Saber algo en principio y verlo en la práctica son cosas muy diferentes. Una nos hace parecer buenos; la otra nos permite experimentar todas las formas en que Dios es bueno.
Cuando vivimos lo que creemos, nuestras vidas honran y agradan al Señor. Como un buen padre, a Él le encanta ver a sus hijos crecer hasta la madurez y tomar decisiones sabias. ¡Y esto comienza a cambiar nuestra relación con Él!
Colosenses 1:10 dice: \” Para que vivan de manera digna del Señor, agradándole en todo. Esto implica dar fruto en toda buena obra, crecer en el conocimiento de Dios\”.
Dios quiere que estemos llenos de sabiduría y comprensión de su bondad. Así que sigue escuchando, sigue obedeciendo y sigue buscando.
\”Dando gracias con alegría al Padre. Él los ha facultado para participar de la herencia de los santos en el reino de la luz.\” – Colosenses 1:12
Así que, desde que supimos de ustedes, no dejamos de tenerlos presentes en nuestras oraciones. Le pedimos a Dios que les dé pleno conocimiento de su voluntad y que les conceda sabiduría y comprensión espiritual. Entonces la forma en que vivan siempre honrará y agradará al Señor, y sus vidas producirán toda clase de buenos frutos. Mientras tanto, irán creciendo a medida que aprendan a conocer a Dios más y más. También pedimos que se fortalezcan con todo el glorioso poder de Dios para que tengan toda la constancia y la paciencia que necesitan. Mi deseo es que estén llenos de alegría y den siempre gracias al Padre. Él los hizo aptos para que participen de la herencia que pertenece a su pueblo, el cual vive en la luz.
– Colosenses 1:9-12
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