A lo largo de los 2 mil años de historia del cristianismo hemos conmemorado el sábado e incluso se le ha dado un adjetivo de gloria, pero que tan glorioso fue este día para los discípulos y primeros cristianos?

Luego de haber visto tantos milagros en el ministerio de Jesús en la tierra, luego de haberle reconocido como mesías, luego de caminar con El, su cuerpo es masacrado y torturado en una cruz y quizás esto es un poco complicado de entender ante una estructura mental sin discernimiento del Espíritu, (Lucas 17:20-21) Al responder a la pregunta de los fariseos acerca de cuándo vendría el Reino de Dios, Jesús les dijo: “El reino de Dios no vendrá con advertencia, ni dirán: Helo aquí, o helo allí; porque he aquí el reino de Dios está entre vosotros”

Los hombres o pueblo que el Señor había elegido estaban a la espera de un rey o mesías quizás con un gran ejercito para aplastar a todos sus enemigos físicos pero habían perdido la vista de lo verdaderamente importante que era la victoria de la vida sobre la muerte, es aquí en donde se pudieron encontrar los discípulos y primeros seguidores de Cristo, al estar en este día viendo quizás una muerte física de este gran líder, se suponía que era El quien los iba a libertar de sus opresores, se supone que era El quien les iba a dar la victoria…

Talvez muchas veces nosotros nos hemos encontrado en esta situación, luego de haber visto tantos milagros o haber leído sus promesas llega este sábado o día oscuro en el que la esperanza pareciese que se desvanece lentamente y es aquí en donde el Señor nos recuerda su soberanía y nos invita a seguir confiando en él, aunque el futuro no se vea nada prometedor, el reino de Dios que vino a anunciar Jesús era más que lo físico material, es vida, paz, amor y justicia por eso nos dice, el reino de Dios está entre vosotros, todo aquel que le acepta en su vida como salvador recibe su reino y solo estamos a un paso de ver el despliegue de majestuosidad de nuestro Dios.

Oramos: Padre nuestro que estas en el cielo, santificado sea tu nombre, en este día sábado en el que recordamos quizás este día no como conocedores de lo que va a pasar si no poniéndonos en los zapatos de los que caminaron con Jesús, te pedimos que nos fortalezcas y que tu Espíritu Santo nos recuerde todo lo que has dicho acerca de nosotros, no nos dejes rendirnos, ya falta poco para ver ese gran milagro, falta poco para que tu poder se manifieste en nuestras vidas, quita de nuestras vistas lo que nos aleja de ti y ayúdanos a ver con tus ojos y esperar en tu gracia y bondad, es esta nuestra oración y agradecemos profundamente amor tan grande mostrado en esa cruz para salvación de nuestras almas, oramos para que la buena nueva de salvación sea esparcida por toda la tierra, ven Señor Jesús tu iglesia te espera, en el nombre de Jesús, amen.

Por: Leonel Husett Ramos

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