Hace 6 años atrás, una tarde que salía de mi trabajo en la óptica, una de mis compañeras me dijo: – Vianey, corre qué se te pasa el bus y salí corriendo, me subí al bus y no me fijé el título de la ruta al qué me dirigía porqué confíe en mi compañera.

Cuando pasaban los minutos me percaté qué el bus se dirigía a una ruta a la cuál no era la correcta del bus qué me llevaría a casa. Me puse nerviosa, pregunté a la persona de al lado donde me podía bajar y minutos después bajé en un lugar donde podía tomar el bus de la ruta correcta.

Les cuento todo esto porque leyendo el libro de Máx Lucado el regalo del mundo, él, cuenta una historia parecida a la mía pero me llama la atención cómo esas experiencias nos enseñan y el dijo ésta frase : \”subirnos al autobús equivocado es un error muy serio\”
Muchas veces pensamos qué estamos en buses qué nos llevarán a caminos correctos, pero nos alejan del propósito de Dios.

El pecado rompe nuestra relación con Dios. Cuando viajamos en la dirección equivocada, nos sentimos lejos de Dios y no estamos cumpliendo nuestro Destino.

Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.
Isaías 53:6 RVR1960

Si te sientes lejos de Dios, quiero qué sepas qué todos, absolutamente todos nos hemos descarriados, pero podemos volver a Jesús y él nos perdonará.

Puedes bajarte de ese bus, así cómo yo lo hice y subirte al bus de la GRACIA DE DIOS.

No pierdas más tiempo allí, él pecado sólo lleva a la muerta y Dios tiene un futuro mejor para ti y tú familia, no aceptes los negocios del enemigo qué son engañosos.

Dios te ama, pero no te obliga a seguirlo, debes tomar la decisión de bajarte y volver al camino.

Hay camino que parece derecho al hombre, Pero su fin es camino de muerte.
– Proverbios 16:25 RVR1960

Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; Enséñame tus sendas. Encamíname en tu verdad, y enséñame, Porque tú eres el Dios de mi salvación; En ti he esperado todo el día.
– Salmos 25:4‭-‬5 RVR1960

Oración: Padre Celestial, reconozco qué me he alejado de ti, perdóname, vuelvo a tú camino, vuelvo a la verdad porqué sólo tú eres mi guía y mi salvación, te amo. Amén.

Dios te bendiga.

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