Escuchaba la canción Espíritu Santo de Marcos Brunet y me llamo mucho la atención esta frase “en honor a ti rindo mi corona”.

Cuán difícil es decirle esto al Señor. Cuando nos pasan cosas que nos agradan decimos gloria a Dios, pero cuando Dios interfiere con nuestros planes es muy difícil aceptarlo. Esto me paso a mí, de un momento a otro Dios me movió de mi zona de confort.

Desde que tenía 5 años me congregaba en una iglesia en el cual no ejercía un ministerio como tal, pero estaba muy cómoda, crecí en ese lugar, amaba a mis amigos y líderes.

Mis padres y mi familia dejaron un tiempo de congregarse y decidieron congregarse en otro lugar, hablaron conmigo para irme con ellos, fue un momento crucial porque sentía mucho afecto por las personas con las que crecí, pero también mi familia era importante y decidí ir con ellos.

Me tomo mucho tiempo adaptarme a otras personas y entender cuales eran los planes que Dios tenía para mí. Cuando Dio nos mueve de un lugar es porque algo nuevo tiene para nosotros. Al estar en mi nueva iglesia comencé a ejercer ministerios, en la danza, en la alabanza y en el grupo de jóvenes.

Demoré mucho en llegar a esto porque, aunque había aceptado ese cambio de labios, en mi corazón no había sucedido igual, cerré mi corazón a todo, me tomo casi 4 años admitir que Dios quería usarme en esos ministerios.

Hay cosas en nuestras vidas que no vamos a asimilar cuando nos suceden, pero su palabra dice que los pensamientos que Dios tiene para nosotros son pensamientos de paz y no de mal (Jeremías 29:11). Cuando Dios nos mueve, nos está llevando a crecer.

No temas, no dudes cuando Dios te pide que dejes tu corona para ponerte la que Él tiene para ti. Lo desgarrador también implica una mayor bendición.

Quizás no te suceda igual, pero rendir nuestra corona también significa dejar de lado nuestras costumbres, acciones en las que nos sentimos cómodos que a Dios no le agradan, permitir que su palabra actúe en nosotros y nos transforme.

Rendir nuestra corona para que Dios ponga su corona es decirle “Señor te entrego mi vida para hacer tu voluntad, aunque signifique que interfieras en mis planes y en mi comodidad”. Al hacer esto le decimos a Jesús, al Espíritu Santo que es lo más importante para nosotros y como dice la canción comenzamos a ser uno con Cristo.

Cristo no dudo en rendir su corona por ti. Dios te bendiga.

Author

Categories: Devocional

1 Comment

Ashlee Pillier · September 8, 2021 at 4:07 am

Gracias por compartí tu historia y esa información tan importante Bendiciones desde Rhode Island!

Ashlee Pillier

Leave a Reply

Avatar placeholder

Your email address will not be published. Required fields are marked *