2 Corintios 12:10
Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.

Muchas veces en la vida encontramos, que huimos de conocer nuestras debilidades,

Porque son las que muchas veces marcan nuestros errores, e incluso, nos dejamos llevar por ello, para intentar evadir o enojarnos al otros ver nuestras flaquezas.

Como seres humanos, hay muchas debilidades, pero la principal tiene que ver con nuestra aceptación de nosotros mismos, en el versículo que tocamos, nos damos cuenta, que el Apóstol Pablo pasaba por diversas dificultades, que diversas ocasiones, tocaban sus emociones, pero el tuvo algo especial, que reconoció que era débil, que habían cosas que le dolían, pero que en medio de todo ello, podía decir que se gozaba, y el gozo no es más que la experiencia alegre de pasar por algo que ayuda para tu crecimiento, es decir que aprendes a ver las cosas para bien.

Si hay algo que he aprendido en este caminar con mi Señor Jesucristo es que, muchas cosas no son como acostumbramos a pensar que son, más bien se les da un sentido extraño a los ojos limitados, pero con sentido y hermoso a lo espiritual.

Es importante reconocer nuestras debilidades, Porque haciéndolo, es que nos convertimos en personas fuertes, y no porque realmente nosotros lo alcancemos, sino que estamos dando prioridad a que la voluntad de Dios se establezca en nuestra vida.

Negarnos a nosotros mismos, no significa pasar por alto las adversidades si no afrontarlas y reconociendo que Dios proviene nuestra fuerza.

Habrá momentos donde debemos y tenemos que llorar, lamentarnos, pero a la vez, dejar que Dios seque nuestras lágrimas y recordar que sus promesas de levantarnos, restaurarnos y hacernos florecer, se han de cumplir pronto en nuestra vida.

Así que aprendamos a aceptar nuestras debilidades y reconocer que somos fuertes porque Dios nos fortalece para seguir, avanzar y saber que su presencia está con nosotros y nos da el descanso que necesitamos.

¿Queremos nuevas fuerzas? Reconozcamos las debilidades, lo que nos duele y pidámosle a Dios que nos ayude, para que veamos que cuando menos sentimos poder, si lo ponemos en sus manos es cuando más fuertes nos convertimos, porque se activa en nosotros su poder…

Dios te bendiga

https://www.youtube.com/watch?v=zwrdn7CJzw8

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