Pon todo lo que hagas en manos del Señor, y tus planes tendrán éxito.
– Proverbios 16:3
Todos los días hacemos planes y nos preparamos para el futuro. Pero la mayoría de las veces, sólo acudimos a Dios cuando nuestros planes fracasan o no alcanzamos nuestro objetivo final. En esos momentos, la sorpresa y la frustración toman el control.
\”¿Cómo has podido dejar que esto ocurra, Dios?\”.
La verdad es que nuestros planes fallidos no son culpa de Dios. En lugar de culpar a Dios cuando nuestros planes fracasan, podemos evitar muchos disgustos y repeticiones confiando en Dios desde el principio. Después de todo, sus planes son siempre mejores que los nuestros.
Los planes de Dios son siempre mejores que nuestros planes.
Hay un dicho que dice que si quieres hacer reír a Dios, cuéntale tus planes. De la misma manera que los padres se ríen de los planes de su hijo pequeño, nuestro Padre celestial se ríe cuando escucha nuestros planes. Dios, que es omnisciente y omnipotente, no necesita nuestras sugerencias. Él tiene todo bajo control.
Puedes hacer todos los planes que quieras, pero el propósito del Señor prevalecerá.
– Proverbios 19:21
Dios nos hizo, y sabe lo que será mejor para nosotros, y nos ama demasiado como para dejar que nos conformemos con cualquier otra cosa. Nuestro Dios bueno y generoso quiere para nosotros más de lo que creemos.
Al tomar decisiones y planificar nuestras vidas, podemos buscar a Dios y su voluntad, o podemos perder mucho tiempo y energía luchando contra Él. Una conduce a la bendición de Dios; la otra, a su corrección. Como un buen padre, Dios está dispuesto a decir \”no\” a lo que queremos para darnos lo mejor, aunque eso signifique que tengamos algunos disgustos en el camino.
¡Dios bendice a todos los que en él confían!
Destruimos nuestros propios planes cuando no confiamos en las promesas de Dios o buscamos su voluntad. Así que no luchemos contra Dios. En lugar de eso, busquemos refugio en Él y confiemos en que sus planes son siempre mejores que los que hacemos nosotros mismos.
Mi pregunta para ti hoy es: ¿Confías en los planes de Dios o en los tuyos?
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