De niños, muchos de nosotros aprendimos sobre el fascinante proceso que tiene lugar cuando una oruga se transforma en mariposa. En el momento adecuado, una oruga dejará de hacer lo que está haciendo, se colgará boca abajo de una ramita o de una hoja y se convertirá en un capullo sedoso. Dentro de esta funda protectora, una oruga se transforma radicalmente y finalmente sale del capullo como una mariposa.

Una transformación similar ocurre en la vida de los cristianos. Pablo nos dice en 2 Corintios 5:17, “Por tanto, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; ¡Lo viejo se ha ido, ha llegado lo nuevo! \”

Al igual que una mariposa fue una vez una oruga, no somos quienes solíamos ser. Cuando entregamos nuestras vidas a Jesús, nos convertimos en una nueva creación.

El autor James Bryan Smith describe nuestra transformación usando esta misma analogía: \”[La mariposa] una vez estuvo abrumada por la gravedad; ahora puede volar. Los cristianos una vez estuvieron bajo el reino del pecado, pero ahora podemos vivir en libertad … Escuche a un cristiano decir: \’Soy solo un pecador salvo por gracia\’, quiero decir: \’Eso tiene tanto sentido como una mariposa diciendo:\’ Soy solo un gusano con alas \’\”.

Ya no somos pecadores; somos santos! No podemos volvernos más como Jesús si nos esforzamos más. Nos volvemos más como Jesús al aprender quiénes somos y vivir nuestra nueva realidad.

No somos pecadores luchando para luchando para ser santos
Renueva tu entidimiento y di:
\”Soy Santo luchando contra el pecado\”

– Marcos Brunet

Nuestro Dios se especializa en tomar lo sucio, desordenado y feo de nuestras vidas y convertirlos en algo hermoso y útil. Isaías nos recuerda que Jesús vino a hacer precisamente esto: \”para darnos una corona de hermosura en lugar de ceniza, aceite de alegría en lugar de luto, y un manto de alabanza en lugar de un espíritu de desesperación\”. – Isaías 61:3

Oruga a mariposa. Cenizas a la belleza. Muerte a la vida. A medida que seguimos a Jesús, nos volvemos más como Él, y eso es algo hermoso.

Reflexiona en esto:

  • Cuando te miras al espejo, ¿ves cenizas, duelo y desesperación, o ves belleza, alegría y alabanza?
  • ¿Hay alguna idea, actitud o acción en tu vida que deba parecerse más a Cristo?
  • Tómate un minuto para agradecer a Dios por ser un Padre perfecto y pídele que transforme tu vida más a Su imagen.

Author

Categories: Devocional

0 Comments

Leave a Reply

Avatar placeholder

Your email address will not be published. Required fields are marked *