Mateo 4:2-3
Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan.
Si bien, es cierto, que cada día pasamos diversidad de situaciones, que en realidad nos confrontan a nosotros mismos y nos permiten, conocer nuestros limites, aunque también nuestras expansiones.
En estos pasajes mencionados, tomaremos al Maestro de maestros como ejemplo para nosotros, ya que como hijos de Dios siempre debe ser nuestro objetivo aprender de él, para parecernos más a él, pues el propósito de Yahshúa (Jesucristo) sigue cumpliéndose, pues cada uno de nosotros es el propósito de él, ya que somos parte de su cuerpo.
Y resaltamos la importancia del quebrantamiento en nuestra vida, el cual no se basa en el dolor, si no en la formación de nuestro carácter, la identidad de ser hijos de Dios.
Muchas veces nos agobiamos, pensando en el porqué, más que en darnos cuenta de que en realidad es una prueba para hacer nuestra confianza en el Padre más fuerte.
YAHSHÚA (JESÚS), fue quebrantado en su carne sintió dolor, debilidad humana, estando en una inmersión en el Espíritu, ayunando y orando para ser fortalecido en su hombre interior, sin embargo, no fue en cualquier momento que el enemigo le tentó, sino cuando sintió la debilidad, con el objetivo, de hacer dudar a nuestro Señor de quien era, y a veces en nuestro diario vivir, vemos como nos quiere hacer dudar, de nuestra identidad, al pensar que nuestra respuesta tarda, dudamos de que Dios nos oye, empezamos a pensar más en las cosas del hombre que en sus promesas, sin embargo, algunas ocasiones lo que pasa es que el silencio de Dios indica la formación en nosotros, de que pase lo que pase seguimos creyendo y sabiendo que a quien pertenecemos y adoramos es al Señor y que aunque las cosas no marchen como nos gustaría, sus planes son mejores que los nuestros, así que solo duremos a través de este escrito, que lo que pasas forma parte de tu afirmación en la convicción de quién eres en Dios, \” SU HIJO (A) así que no temas que lo que está pasando en ti, en ese quebrantamiento, solo te prepara el camino para que los Ángeles vengan y te sirvan, por cuanto supiste quien es tu Padre y en base a sus promesas a tu vida, actuaste.
Dios te bendiga.
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