Hoy leemos 2 Pedro 2: 11-22

Todos tenemos esa comida de nuestro restaurante favorito que se vuelve adicción y sentimos que nunca es suficiente.

Tal vez es un plato principal o un postre especialmente delicioso. Cada vez que estamos cerca, pensamos en ese plato y estamos tentados a comer en ese restaurante. Es como si nos volviéramos adictos cuando lo experimentamos por primera vez, y siempre queremos volver.

A veces ciertos pecados tienen ese tipo de control sobre nosotros. Vivimos en un mundo que hace que se vea tan bien. Nos involucramos esperando placer, pero comienza a tomar más control de nuestros pensamientos y nuestras acciones.

Les prometen libertad, cuando ellos mismos son esclavos de la corrupción, ya que cada uno es esclavo de aquello que lo ha dominado
– 2 Pedro 2:19

Pedro nos dice que somos esclavos de lo que sea que nos haya dominado. Si es el pecado el que nos ha dominado, nunca podrá llenarnos como promete.

Si, habiendo escapado de la contaminación del mundo por haber conocido a nuestro Señor y Salvador Jesucristo, vuelven a enredarse en ella y son vencidos, terminan en peores condiciones que al principio.  – 2 Pedro 2:20

La buena noticia es que hay algo mucho más poderoso que el dominio del pecado. Este \”algo\” es en realidad alguien que cumple todas las promesas que hace. Cuando Jesús nos llena, somos llenos para siempre. Parece demasiado bueno para ser verdad, ¿no?

La libertad de ser esclavo del pecado se encuentra en una relación con Jesús. Esto no significa que no seremos tentados por pecados que ofrezcan placer temporal. Significa que sabemos a quién podemos acudir para obtener libertad y una realización duradera.

Reflexiona:

¿Hay un pecado que te está dominando, controlando tus pensamientos o acciones?
¿Crees que Jesús ofrece libertad de ese pecado y que Él puede satisfacerte?
Dios nunca nos pide que peleemos soloS contra el pecado. Pídale a un amigo cristiano que te ayude a decir \”no\” al pecado y \”sí\” a Jesús.

Author

Categories: Testimonios