Y tú qué harías por Él?

Jesús mientras estuvo en la tierra, demostró que verdaderamente era enviado de Dios y que su fin era y es que todos creamos en Él, para que podamos ser salvos.

Sin embargo, algunos de sus mensajes no eran tan fáciles de comprender, (de hecho siempre debemos pedir al Espíritu Santo que nos dé revelación y entendimiento de su palabra, ya que es el único que nos puede guiar a la verdad.) Y uno de esos mensajes no muy fáciles de digerir lo encontré en 

Lucas 12:51-53 JESÚS CAUSA DE DIVISIÓN
““¿Pensáis que he venido para dar paz en la tierra? Os digo: No, sino disensión.”
Porque de aquí en adelante, cinco en una familia estarán divididos, tres contra dos, y dos contra tres. Estará dividido el padre contra el hijo, y el hijo contra el padre; la madre contra la hija, y la hija contra la madre; la suegra contra su nuera, y la nuera contra su suegra.”

Este mismo pasaje lo encontramos en Mateo 10:34-38 y más fuerte:
“No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada. Porque he venido para poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra; y los enemigos del hombre serán los de su casa. El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí; y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí.”

Y cómo broche de oro dice el versículo 39:
“El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará.”

Para mí, este pasaje no fue fácil de digerir o comprender, ¿cómo es que Jesús que quiere que todos estemos unidos y que amemos a los prójimos como a nosotros mismos me dice que el vino a ser motivo de separación?

Pues te tengo una noticia ASÍ ES, seguir a Jesucristo CUESTA, pero no te preocupes en Él JAMÁS hay pérdidas, siempre tendremos ganancia. Y lo dijo aquí: “el que pierde su vida por causa de mí, la hallará.”

Lo que Jesús nos enseña por medio de esos mensajes es que, Él debe ser lo principal y el centro de nuestras vidas, ya que todo lo que está alrededor hijos, papás, familia, amigos, posesiones, TODO, lo hemos recibido por causa de Él, y él siempre cuidará de todo lo que nos importa si lo ponemos a Él en el primer lugar de nuestras vidas; pero…nada debe ser más importante para nosotros que Él.

Es interesante leer que el mismo comparó el seguirlo con la edificación o construcción de una torre “Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él, diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar.”
Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.”
S. Lucas 14:28-30, 33 

Te preguntaste cómo yo y eso qué tiene que ver? Pues bien, si usted decide seguir a Jesús no debe ser a medias, sino completamente. Así como Él se entregó totalmente por amor a nosotros, así también nosotros debemos estar dispuestos a entregar todo por Él. Quizás en estos momentos sientes en tu corazón que hay que debes dejar; una mala relación, un mal hábito, un pecado, amor excesivo a lo material, al físico, en fin… sólo tú sabes qué es lo que debes dejar, puedo asegurarte que no hay NADIE QUE HAYA DEJADO ALGO POR CAUSA DE JESÚS, que él no le DEVUELVA 100 VECES MÁS.

Lucas 18:29-30 “Y él les dijo: De cierto os digo, que no hay nadie que haya dejado casa, o padres, o hermanos, o mujer, o hijos, por el reino de Dios, que no haya de recibir mucho más en este tiempo, y en el siglo venidero la vida eterna.”

Yo sé que cuesta entregar algo que amamos o dejar algo a lo que estamos acostumbrados, pero te aseguro que Jesús JAMÁS te abandonará en medio del proceso, HOY suelta eso que te está impidiendo acercarte a Jesús y deja que te recompense por tu decisión.

Ora: “Espíritu Santo, dame las fuerzas que necesito para abandonar aquello que me está alejando de Jesús, confío en que tu cuidarás de mí y que en tí jamás habrán pérdidas.
Lo pido en el nombre poderoso de Jesucristo.” Amén. 

Bendiciones