Te invito a leer Salmos 91: 1-16

Los que viven al amparo del Altísimo encontrarán descanso a la sombra del Todopoderoso.
– Salmos 91:1

Las noticias nos bombardean con posibles peligros, desde estafas telefónicas hasta robos y piratas informáticos en las redes sociales. No importa nuestra edad o etapa de la vida, no tenemos que buscar mucho para encontrar algo de qué preocuparnos.

Podemos tomar medidas para protegernos del peligro, pero el miedo sigue ahí. Eso es porque la verdadera paz, la que sobrepasa todo entendimiento, solo proviene de confiar en Dios como nuestra fuente de seguridad.

Cuando reconocemos que somos hijos e hijas del Altísimo, se produce un cambio de perspectiva. Podemos declarar con el salmista:

Declaro lo siguiente acerca del Señor:
Solo él es mi refugio, mi lugar seguro;
él es mi Dios y en él confío.
Salmos 91:2

Piense en la persona que lo hace sentir más seguro, la persona con la que iría a cualquier parte. La audacia que siente con él o ella de su lado es una sombra de la confianza que proviene de reconocer que Dios está con nosotros dondequiera que vayamos.

Lo peor que el mundo puede arrojarnos –enfermedad, desastre, difamación– fue tratado en la cruz. La muerte no nos domina, lo que significa que no tenemos nada que temer. Podemos caminar con valentía hacia cualquier cosa a la que Dios nos llame.

Temer a la gente es una trampa peligrosa,
pero confiar en el Señor significa seguridad.
– Proverbios 29:25

A veces, en nuestros esfuerzos por “mantenernos a salvo”, construimos muros que nos mantienen alejados de las personas a las que Jesús nos llamó a alcanzar. Nuestro trabajo no es juzgar a otros que piensan de manera diferente a nosotros, sino señalar a otros a la cruz.

Así que dejemos de juzgarnos unos a otros. Por el contrario, propónganse vivir de tal manera que no causen tropiezo ni caída a otro creyente.
– Romanos 14:13

No es necesario que tengamos una respuesta a todas las preguntas. Todo lo que necesitamos es mostrar la misma gracia, compasión y cuidado que Dios nos muestra.

Cuando lo hacemos, nos convertimos en el tipo de personas a las que otros corren en busca de seguridad. Gente que escucha sin juzgar y comparte sin reservas. Personas que hacen que los demás se sientan seguros al compartir sus dudas y miedos, su emoción y sus sueños.

Qué temes? Que te mantiene despierto en la noche?
Cuando tenemos miedo o nos sentimos abrumados, Dios nos invita a llamarlo y promete respondernos

Cuando me llamen, yo les responderé;
estaré con ellos en medio de las dificultades.
Los rescataré y los honraré.
– Salmos 91:15

El saber que Dios está contigo cambia la forma en que enfocas tu día.

Bendiciones.

Tu amor está conmigo hasta el final
Y desvanece toda oscuridad
Sobrepasa el mar y su profundidad
Y me sostiene
Él calma tempestad

Ale Fdz

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Categories: Devocional

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