Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por Él. Juan 3:17

Eres esa persona que ha sido señalada, juzgada por ser un alcohólico, por ser un drogadicto, por ser un fornicario, por ser adultero, por ser homosexual, te han dicho que irás al infierno por causa de tu pecado, alguien te ha dicho que no vales, sientes que ya nada tiene sentido o sientes que todo está bien porque crees que ya nadie te puede cambiar, si es así o conoces a alguien así, quiero que sepas que Jesús no quiere condenarte, Él quiere salvarte.

Es cierto que por causa de nuestro pecado podemos ir al infierno, pero no es lo que Dios quiere que pase en tu vida, lo que Dios quiere es salvarte y no condenarte. No es fácil dejar una vida de pecado, no es fácil decir Dios quiero que me cambies, hacer esto no es fácil porque el enemigo te dirá no lo vales, vida solo hay una debes gozarla, no te conviertas en un aleluya y no amargues tu vida. Todas esas cosas negativas en tu mente es lo que quiere condenarte. Te quiere hablar del amor de Dios, en su palabra dice:

En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros y envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados. (1 Juan 4:10)

Si Dios quisiera condenarnos entonces para que mandó a su hijo, exacto, no tiene sentido creer que Dios quiere condenarnos, Él nos ama aun siendo nosotros pecadores, lo que no acepta es nuestro pecado, por ende Él nos presenta un plan de Salvación mediante su hijo Jesucristo y nos deja el manual, siempre he dicho la biblia es el manual que nos ayuda a mantenernos en su palabra, en su propósito divino de ser salvos.

Aunque parezca difícil o imposible cambiar, no lo es, Dios a restaurado hasta personas que han sido asesinas, Dios ha sanado heridas en los corazones, Jesús resucito a un muerto que llevaba muchos días (Lázaro), sí Jesús puede hacer eso, cuanto más contigo, no importa cuanto tiempo hayas llevado una vida de pecado o una vida lejos de Él, si lo conociste y luego te apartaste, no importa, Él siempre esta dispuesto a restaurarte. Su palabra dice:

He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. (Apocalipsis 3:20).

No temas de lo que dirán, no tengas miedo de si no puedes lograrlo, su palabra dice que no nos ha dado espíritu de cobardía, sino de amor y de dominio propio. Recuerda Él quiere salvarte, restaurarte, llenar ese vacío en tu corazón, esas heridas que marcaron en tu vida, cambiarte tu lamento en gozo. Su Espíritu Santo te ayudará.

Si quieres aceptar a Cristo te invito a hacer esta oración:
Señor Jesús reconozco que soy pecador y que tú eres el hijo de Dios, creo que moriste por mis pecados y resucitaste de los muertos, perdóname y entra en mi corazón, escribe mi nombre en el libro de la vida. Te acepto como mi Señor y Salvador.

Si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo. Romanos 10:9

Author

Categories: Devocional

0 Comments

Leave a Reply

Avatar placeholder

Your email address will not be published. Required fields are marked *