Nuestro Gran Dios

Pues él me ocultará allí cuando vengan dificultades;
me esconderá en su santuario.
Me pondrá en una roca alta donde nadie me alcanzará.
– Salmo 27:5

Una cosa es creer que hay un Dios y otra cosa completamente diferente es creer que hay un Dios que esta para ti.

Cuando miramos las circunstancias que nos rodean, tenemos la opción de abrazar el miedo o la fe. Lo que pensamos de Dios impulsa nuestra adoración a Él, y nuestra conciencia de la presencia de Dios en nuestro pasado y presente nos da esperanza para nuestro futuro.

Enséñame cómo vivir, oh Señor.
Guíame por el camino correcto,
porque mis enemigos me esperan.
– Salmos 27:11

La esperanza del Evangelio es que no tengamos que temer al futuro cuando ponemos nuestra fe en Jesús.

David es un gran ejemplo de alguien que elige la fe sobre el miedo a través de tantos desafíos en su vida. Antes de que David tomara el trono, pasó muchos años huyendo por los páramos del desierto y las cuevas huyendo del rey Saúl, quien estaba decidido a matarlo.

Mi corazón te ha oído decir: «Ven y conversa conmigo».
Y mi corazón responde: «Aquí vengo, Señor».
– Salmos 27:8

¿Qué le permitió a David creer que Dios estaba con él, independientemente de sus circunstancias? David eligió vivir una vida de adoración en lugar de una vida de preocupación. Decidió creer que Dios no solo estaba allí, sino que estaba de su lado.

Lo mismo es cierto para nosotros hoy. Dios está a tu lado. David lo siguiente:

Vas delante y detrás de mí.
Pones tu mano de bendición sobre mi cabeza.
– Salmo 139: 5

Nunca hay una circunstancia que enfrentemos que Dios no nos haya adelantado y nos haya preparado para vencer. Nunca hay un dolor que soportamos sin Su presencia. No hay nada oculto para Él en nuestras vidas, y eso nos da valor.

Espera con paciencia al Señor;
sé valiente y esforzado;
sí, espera al Señor con paciencia.
– Salmo 27:14

Es por eso que podemos adorar a Dios en todas las estaciones. Cuando aprendemos a ver la presencia de Dios en nuestras vidas, podemos creer que Dios está presente en todas nuestras circunstancias.

Lea lo que David escribió en el Salmo 27 y crea esta verdad sobre su vida:

\”Sin embargo, yo confío en que veré la bondad del Señor
mientras estoy aquí, en la tierra de los vivientes.\”
– Salmo 27:13

Bendiciones.