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Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, Él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho. Juan 14:26

Estas palabras pueden mostrarnos que Dios tiene como intención tanto enseñarnos como recordarnos su Palabra. Nuestro deber, como hijos de Dios, es estudiarla para guardarla en nuestro corazón, en nuestro espíritu.

Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. Lucas 10:39

Marta era una mujer, que amaba a Jesús. Solo que ocurría algo. Su tiempo lo ocupaba mayormente en realizar quehaceres. Aclaremos. Hacer quehaceres está muy bien. Sin embargo, hacer quehaceres haciendo también un tiempo para escuchar a Dios está mucho mejor aún. Esto bien, si nuestra intención en el corazón es desarrollar una comunión fortalecida con Dios.

Por otro lado, observamos que María se sentaba a sus pies dando atención, mostrando humildad para aprender.

Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. Mateo 7:24

Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace. Santiago 1:25

Nuestros padres nos enseñan, aconsejan e indican muchas cosas por nuestro bien. Independientemente de la edad que tengamos. Los motiva el amor. Así como también, los motiva que han vivido mucho más que nosotros. Llevándonos ventaja. Por lo tanto, se complacen más en que pongamos en práctica lo que escuchamos de ellos, en lugar de que si solamente escuchamos. Dios también se basa en el amor por nosotros. Algo interesante aquí es que también se basa en que ya sabe nuestro porvenir, porque ha trazado un plan para nosotros. Guiando esto al grado de confianza tan sublime por sus dichos, por sus consejos, por sus correcciones.

Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. 2 Timoteo 3:16-17

Sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche. Salmos 1:2

Placer es definido como gusto del ánimo y de los sentidos. Pero el deleite que habla la Biblia se encuentra en el espíritu producido por el Espíritu Santo de Dios.

Me mostrarás la senda de la vida; en tu Presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre. Salmos 16:11

Ahora bien, ¿encontramos nosotros deleite en la Palabra de Dios? Es su deseo que logremos esto. Nuestro reto es. ¡La clave está en su compañía! ¡La clave está en que la revela a nuestro interior! ¡La clave está en el gozo producido, luego de haber aplicado el consejo de Dios!

Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Hebreos 4:12

¡Cuánto amo yo tu ley! Todo el día medito en ella. Salmos 119:97 NVI

Oración

Señor, gracias porque quieres tanto enseñarnos como recordarnos todas las cosas que estudiamos en tu Palabra. Este es el medio que tu Espíritu usar para hablarnos. Reconozco que no es que no quieras hablarme sino que debo hacer tiempo contigo. Perdóname, no comprendía. Si la estudio contigo de ahora en adelante será distinto. Tu Palabra encuentre lugar en mi interior cumpliendo el propósito por la cual la recibo de ti. Permítemos mirar atrás en un poco más de tiempo habiéndolo logrado. En el Nombre de Jesús. Amén.

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Categories: Devocional

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