Estaba oyendo en Instagram un testimonio de un hombre que estaba en un evento cristiano donde había miles y miles de personas.

El pastor que dirigía empezó a orar por los enfermos y a declarar la palabra de sanidad sobre ellos, en ese momento este hombre que asistió llamó a su mamá que estaba en sillas de rueda por una enfermedad y le dijo: – mamá, escucha la oración por los enfermos.

Al instante, la mujer que estaba en otro país recibió sanidad y se levantó de la silla de ruedas alabando al Señor por su misericordia y amor a su vida.

Mira mi sufrimiento y rescátame, porque no me he olvidado de tus enseñanzas.
Salmos 119:153 NTV

No sé cuántos años esa mujer tenía en esa condición de silla de rueda, pero, aunque ella no estaba en el evento, hasta su casa el poder sobrenatural de Dios la alcanzó.

Quizás piensas que Dios no está viendo tú situación o está lejos de ti, pero su poder puede alcanzarte aún en el lugar más lejano donde te encuentres.

Dios sabe lo que sufres, lo que te duele y te quiebra el alma, no te dejará así cómo estás hoy, él soplará vida en tú corazón.

Señor, qué grande es tu misericordia; que el seguir tus ordenanzas me reanime.
Salmos 119:156 NTV

Oro para que la palabra de Dios te reanime, te levante, te fortalezca y traiga consuelo a tú vida.

Mira cómo amo tus mandamientos, Señor. Por tu amor inagotable, devuélveme la vida.
Salmos 119:159 NTV

Así cómo el poder sanador de Dios llegó a la vida de una mujer en silla de ruedas a kilómetros de distancia de una campaña, así mismo Dios te visitará hoy para traerte alivio y restaurar tu alma.

Oración: Señor, gracias por tú misericordia y por tu amor inagotable, yo creo en que tú estás conmigo en medio de mi aflicción y no me dejarás sola, confío en que tienes el poder para hacer lo que para mí es imposible. Amén.

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