La vida está llena de altibajos. Pero a veces, el lugar más difícil para estar es en el medio.

Tal vez estés esperando que el médico te llame con los resultados de las pruebas o que Dios abra una nueva oportunidad. Y cuando el cambio no ocurre tan rápido como pensamos que debería, comenzamos a preguntarnos si el universo está conspirando contra nosotros.

Cuando David escribió el Salmo 62, estaba siendo atacado por sus enemigos. Y por muy tentador que hubiera sido tomar el asunto en sus propias manos, David decidió esperar en Dios.

\”Espero en silencio delante de Dios,
porque de él proviene mi victoria.
Solo él es mi roca y mi salvación,
mi fortaleza donde jamás seré sacudido.\”(Salmo 62: 1-2, NTV).

El lugar más seguro para estar cuando sentimos que estamos bajo asedio es esperar con el Señor. Tiene todo el poder y todo el control. Y cuando elegimos esperar con Dios, en lugar de hacerlo solos, experimentamos Su poder y presencia como nunca antes.

Pocas temporadas de la vida acercan nuestro corazón a Dios que cuando estamos esperando. Nuestros oídos están más alertas a la voz de Dios cuando estamos desesperados por escucharlo. Nuestros ojos reconocen más rápidamente Su poder y provisión que cuando hemos estado esperando que Él se mueva.

Cuando derramamos nuestro corazón a Dios y esperamos que Él abra el camino, lo vemos hacer lo que solo Él puede hacer, y aprendemos a confiar más en Él.

Podemos depositar nuestra confianza en muchos lugares: en el dinero, en nuestro propio ingenio o en nuestras propias habilidades. Pero en ningún lugar es más seguro que con el Dios que hizo todo, lo sabe todo y puede restaurar cualquier cosa.

https://youtu.be/8K_EiMVnGNQ

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Categories: Devocional

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