»Él es el Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en él. Ya que es el Señor del cielo y de la tierra, no vive en templos hechos por hombres,  y las manos humanas no pueden servirlo, porque él no tiene ninguna necesidad. Él es quien da vida y aliento a todo y satisface cada necesidad.  De un solo hombre creó todas las naciones de toda la tierra. De antemano decidió cuándo se levantarían y cuándo caerían, y determinó los límites de cada una.
– Hechos 17:24-26

Nos gusta que nos necesiten. De vez en cuando, los líderes de la iglesia pueden incluso decir: \”Necesitamos que sirvas\”.

Hay algo de verdad en esa afirmación. Los niños no pueden escuchar a Jesús a su nivel si los adultos no están dispuestos a servir. Pero una declaración más precisa podría ser: \”Tenemos la oportunidad de servir\”, porque en última instancia, Dios no necesita nuestro servicio.

¿No sería algo si el Creador del universo nos necesitara? Eso podría disminuir un poco Su reputación. Incluso si Dios tuviera hambre o sueño, ¿crees que nos pediría comida o un lugar para descansar? Sería como si un padre le pidiera dinero a su hijo para la gasolina. Si intenta enumerar los logros de Dios que dependen de la intervención humana, terminará con una hoja en blanco.

El Salmo 115: 3 dice:
\”Nuestro Dios está en los cielos y hace lo que le place.\”.

Dios no necesita nada de nadie. Él no nos necesita, pero elige trabajar en nosotros y a través de nosotros para lograr Sus planes y propósitos. Llegamos a servirle, y cuando lo hacemos, lo vemos lograr grandes cosas.

¿Has escuchado alguna vez la frase “la alegría está en el camino”? Esa es una descripción adecuada de cómo se siente servir a Dios. Se trata menos de la tarea en sí y más de lo que sucede en nosotros mientras servimos.

Nos acercamos a Dios cuando nos damos cuenta de cuánto necesitamos Su ayuda. Experimentamos Su poder de una manera que no lo haríamos si nunca saliéramos de nuestra zona de confort. Aprendemos sobre su carácter cuando lo vemos responder en diferentes situaciones y presentarse en nuestro nombre.

En nuestra debilidad, otros ven a Dios tan grande y poderoso como realmente es. De la misma manera que dejamos que los niños nos “ayuden” a cocinar y limpiar, Dios elige llevar a cabo Sus planes y propósitos a través de seres humanos frágiles y falibles para la intimidad que brinda. Lo recibimos y Él recibe la gloria.

Servir siempre hace tanto por nosotros como por las personas a las que servimos.

Reflexione sobre esto hoy:

  • ¿Qué es una cosa que ha aprendido acerca de Dios al servir?
  • ¿Cuáles son algunas de las bendiciones que provienen del servicio?

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Categories: Devocional

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