Sin embargo, desde allí, buscarán nuevamente al Señor su Dios. Y si lo buscan con todo el corazón y con toda el alma, lo encontrarán.
»En un futuro lejano, cuando estén sufriendo todas esas cosas, finalmente regresarán al Señor su Dios y escucharán lo que él les dice.
Pues el Señor su Dios es Dios compasivo; no los abandonará, ni los destruirá, ni se olvidará del pacto solemne que hizo con sus antepasados.
– Deuteronomio 4: 29-31

“Hoy es un buen día para un buen día”

La misericordia de Dios es nueva cada mañana (*Lamentaciones 3:23). Cada día, Dios nos revela Su misericordia de una manera que nunca antes habíamos experimentado.

Cuando nos despertamos, tenemos que tomar una decisión. Podemos abrazar la misericordia de Dios y elegir tener un buen día. O podemos pensar en el pecado y las luchas de ayer y elegir tener un mal día.

Dios es misericordioso. La misericordiosa compasión de Dios es infinita e inagotable. Dios demostró su misericordia al enviar a Jesús a tomar el juicio que por derecho nos correspondía. Dios espera y obra ahora para que todas las personas se vuelvan a Jesús y vivan bajo Su justificación.

Sin embargo, queridos amigos, hay algo que no deben olvidar: para el Señor, un día es como mil años y mil años son como un día.
En realidad, no es que el Señor sea lento para cumplir su promesa, como algunos piensan. Al contrario, es paciente por amor a ustedes. No quiere que nadie sea destruido; quiere que todos se arrepientan.
– 2 Pedro 3: 8-9

Cada día, nos despertamos de nuevo y comenzamos de nuevo. No importa lo que hicimos ayer, la misericordia de Dios está disponible para nosotros hoy. Se nos ha dado una pizarra en blanco.
La pregunta es ¿qué harás con ella?

Grande es su fidelidad;
sus misericordias son nuevas cada mañana.

Lamentaciones 3:23

Bendiciones.

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