Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. – Mateo 5:3

Cada ser humano, tiene necesidad de algo, pero en este caso es importante reconocer la necesidad espiritual que realmente debemos saciar, este versículo Bíblico plasmado antes de empezar este escrito describe la pobreza espiritual como una bienaventuranza, tres veces felicidad, dicha, pero, ¿que razón da de esto, si no tiene sentido sentirse pobre espiritualmente?, sin embargo Jesús lo describió como una plenitud para quien la posee y ¿porqué ?   Pues es simple, porque la Pobreza no es más que una necesidad, algo indispensable y en este caso implica, la dependencia de Dios, el estar en la presencia del Señor.
Ahora ¿qué características posee una Persona que tiene pobreza espiritual?

  • Tiene una agonía por estar en la presencia de Dios, a tal magnitud que quiere cada vez más y más de la presencia del Señor, es decir que no le basta pasar unos minutos si no que cada vez quiere profundizar más, en sus ríos de vida (Ezequiel 47:3-5).
  • manifiesta una actitud de humildad al reconocer, es decir, examina con cuidado y atención su vida para conocer mejor el estado en el que se encuentra, pues conociendo que hay momentos de debilidad, se procede a buscar a Dios, el se encargará de darnos lo que necesitamos, pues teniéndolo a él lo tenemos todo (Salmos 23:1)

    -Una persona pobre en Espíritu, siempre tendrá su copa rebosando, porque quiere más  de Dios aunque se esté derramando, no se conforma.

-Es una actitud que nos permite vivir en continua sinceridad con Dios, porque el es quien puede actuar en nosotros ( 1 Pedro 5:6).

Al reconocer que dependemos de él, que le necesitamos, entonces tendremos la dicha de saber que el reino de los cielos es nuestro…
Muchas veces decimos esto, pero llegamos a pensar que el reino de los cielos es allá arriba, cuando Jesús dijo el Reino de los Cielos está entre nosotros (Lucas 17:18), es decir el reconocer nuestra necesidad espiritual, el tener esa hambre y sed de su presencia, hace que caminemos bajo cielos abiertos, hace que el poder de Dios se manifieste en nosotros y a través de nosotros, permite que seamos un reflejo de Cristo, pues estamos sentados en lugares celestiales con él (Efesios 2:6).

¡TU ERES EL REINO DE LOS CIELOS PORQUE ESTÁS EN CRISTO Y DEPENDES DE ÉL!

Es por eso que hoy quiero decirte que le des Gloria a Dios por los menosprecios, críticas, rechazos, murmuraciones, las tribulaciones que estés pasando, porque en la mayoría de las ocasiones, estas cosas son necesarias para mantenernos en comunión con Dios y buscándole más, pues como dijo Pablo esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de Gloria (2 Corintios 4:17).

Todo es necesario, para que así podamos reconocer que lo necesitamos, que sin el somos nada ( Juan 15:5)…

Así que reconoce tu condición, dásela a Dios y el te hará resplandecer!
Recuerda que Él te ama, y quiere ayudarte, solo reconoce que lo necesitas y empezarás a ver y experimentar la dicha de tener necesidad de Dios, pues a ti te pertenece el reino de los cielos, grandes cosas hará, a través de ti!

¡Dios te bendiga!

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