Salmo 51:17
Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.

Un día estamos llenos de Dios hablando de su amor, pero de repente algo sucede, nos enfriamos, pasa el tiempo y llegamos al punto en que nos alejamos completamente de Dios, le fallamos y aún caemos en pecados que jamás pensamos cometer lo que hace que por un momento el enemigo detenga tu ministerio.

¿Por un momento? Sí, solo por un momento porque Dios te está llamando a regresar. Su palabra dice que nada podrá separarnos del amor de Dios (Romanos 8:39), así que no importa cuál fue el motivo por el cual te separarte de Cristo, Él te está esperando con brazos abiertos porque un corazón contrito y humillado no lo desprecia el Señor (Salmos 51:17).

Un vivo ejemplo es la parábola del hijo pródigo (Lucas 15) que cuando regresó su padre le recibió con los brazos abiertos, de esa misma manera el Señor te recibirá. Hay fiesta en los cielos cuando un pecador se arrepiente (Lucas 15:10).

Recuerda que el viene pronto por su pueblo (Apocalipsis 3:11), su venida está cerca y le dolerá no verte en medio de sus hijos. Tu vida y el ministerio que puso en tus manos no son casualidad, Dios te llamo a cosas grandes “Es hora de volver a ponerse en la línea de batalla”.

No importa que tan lejos hayas ido, aún hay tiempo de volver a casa

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