«¡Mi corazón se alegra en el Señor!     El Señor me ha fortalecido. Ahora tengo una respuesta para mis enemigos; me alegro porque tú me rescataste.
1 Samuel 2:1

Te invito a leer la Oración de Alabanza de Ana en  1 Samuel 2:1-11

La mayoría de nosotros conoce un milagro: una amiga con cáncer que ahora está libre del cáncer; un sobreviviente de un bypass que camina 5 Kilometros  cada día; o un bebé que nació con lo que era una condición fatal hace unos años, y que hoy está vivo y feliz.

»Nadie es santo como el Señor; no hay roca como nuestro Dios.  ¡No hay nadie como él!
– 1 Samuel 2:2

Pensamos en un milagro como un resultado agradable inexplicable que no es lo que la situación sugería que sucedería. Dios, el hacedor de milagros por excelencia, no está limitado por el tiempo ni se sorprende cuando nuestra necesidad supera con creces nuestras expectativas. De hecho, es entonces cuando Él se muestra de manera poderosa, haciendo lo que sólo Él puede hacer.

Lo que parece un milagro en el momento es un movimiento sostenido de Dios durante mucho tiempo.

La amiga libre de cáncer estaba enferma mucho antes de que la cirugía la liberara. El corazón del paciente que se sometió a un bypass se debilitó mucho antes de que un equipo médico experto y una tecnología de primera clase le dieran un nuevo futuro. El bebé creció con un defecto que amenazaba su vida hasta que el trabajo de otros cambió una sentencia de muerte por una vida de esperanza. Más que ciencia médica moderna, son milagros de Dios.

Durante generaciones, las personas han utilizado las mentes que Dios les ha dado, las oportunidades de aprendizaje médico y la voluntad de mejorar, por lo que casi podemos ver la sobreviviencia al cáncer, el bypass cardíaco y los bebés salvados como algo esperado.

Lo que parece un milagro en el momento es un movimiento sostenido de Dios durante mucho tiempo para producir milagro tras milagro para satisfacer grandes necesidades inmediatas.

Ana dice, en su oración de agradecimiento a Dios por el milagro de su hijo, \”»Del Señor son los fundamentos de la tierra\” (1 Samuel 2:8). Sobre estos cimientos, Él ha construido milagros actuales y futuros a través de las personas durante miles de años, milagros que están cambiando vidas a nuestro alrededor cada día.

¿Por qué milagro concreto necesitas orar?

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