Te dijeron alguna vez esta frase popular \” las apariencias engañan\” es muy buena para advertirnos sobre una persona que externamente aparenta ser alguien, quizás por su apariencia física , estatus económico, intelecto, comportamiento, etc; pero dentro de su corazón es otra.

Recuerdo que había una chica en el colegio que veía diariamente y por su voz tan delicada y fina me daba la impresión de que era muy vanidosa, altiva y al pasar del tiempo tuve la oportunidad de conocerla más y me lleve una sorpresa porque era todo lo contrario, ella es muy amable, dadivosa y humilde.

Creo que algo parecido le sucedió a Samuel a la hora de escoger al nuevo Rey de Israel y tenemos que aprender sobre esto.

\”Y Jehová respondió a Samuel: no mires a su parecer, ni lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón\”.
– 1 Samuel 16:7

Samuel venía acostumbrado de la apariencia del Rey Saúl por eso pensó que el nuevo Rey tendría las mismas características, ¿no te parece que hacemos lo mismo en la vida diaria? Quizás alguien te hirió, fue desleal a ti, te engañó, te traicionó y no fue lo que esperabas y por eso que te sucedió estas mirando a las personas y considerando que son iguales y te harán lo mismo.

Querido amigo, cuando Dios escoge a alguien, no ve sus debilidades, sus apariencias, su físico, él mira el corazón. Tenemos que aprender a confiar otra vez, a creer que Dios tiene algo mejor para ti y que esta vez, él tiene el control.

Si has sido desechado por tu apariencia, nadie ve en ti un ministro de la alabanza, un gran médico, una buena esposa, no te preocupes, recuerda que por encima de lo que los ojos del ser humano vean, están los ojos de Dios, mirando tu corazón.

Vamos a examinar nuestros corazones en este día tan hermoso que Dios nos regala.

¿Estás viendo a la gente por su apariencia?

¿Qué es más importante la apariencia o el corazón?

Oración:
\’\’Enséñame a ver a la gente cómo tú los ves y sáname
para no basar mis decisiones en estereotipos del pasado, amén.\’\’

Dios te bendiga.

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