Lo sé. Me tiré de cabeza al agua sin saber que tan fría iba a estar. No conocía su profundidad.
Jamás creí que llegaría a estar al borde… justo en donde me podia ahogar.

Estaba hundido… habia caido tan bajo, que pensé que no me alcanzarias a escuchar. Creí que mi oración a tus oidos… no podria llegar.
Sentí soledad… y decepción de mi mismo.

Veia tu luz tan lejana… la cual muchas veces pude mirar con anhelo y ansias de tocar… mas hubieron ocasiones en las cuales parecía que por más que me esforzara, jamás la iba a alcanzar.

Me hundia en oscuridad.
Tenebroso? Tenebroso es pensar que si tu luz se apaga, como me ilumino Yo ?
Si tu brillo intenta alcanzarme, mas soy yo quien se aleja y se esconde de ti !!

Ya no veia la salida… la esperanza se estaba oscureciendo.
Y tomé la decisión. Un último movimiento.
Recordé que aún tenía una última munición.
Disparé mi última bengala.
Y lentamente vi como desde mi abismo y desde mi voz, ascendia aquella luz hacia el cielo…
Y se desvanecia en segundos.. desapareció.
Y creí que había llegado mi final.

Justo antes de cerrar los ojos y darme por vencido… escuché al mar cantar…
Las olas comenzaron a abrazarme… y una mano que provenia de lo alto…
Me tomaba con amor y me agarraba muy fuerte… comenzaba a elevarme hacia la superficie.

Y lo comprendí. Nunca estuve solo. Aún en medio de tantas tinieblas, tus ojos me veian.
Siempre estuviste conmigo. Creia que mi pecado era mayor al perdón que podia recibir.
Jamás pense que la Gracia con la que me has amado, sería tan alta como la misericordia con la que siempre he sido perdonado.

Jamás me soltaste. Saqué mi cabeza y pude volver a respirar… elevé mi vista a los cielos… y contemplando tantas estrellas… el brillo de mis ojos pudo sentir tu compasión.
Por fin pude sentir… el verdadero amor.

Aún en el presente, me sigues sosteniendo con la diestra de tu mano.
Ya no tengo que preocuparme por que pasará.
Mi paz es que confio en que tu mano… Jamás me soltará.
Tus ojos jamás… me perderán de vista.

Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó.
Eclesiastés 3:15 RVR1960

Dios te bendiga.

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