Te aseguro que no encontrarás algo más poderoso.

Recuerdo como si fuera ayer la noche de un domingo del año 2010, estaba en mi habitación la cual compartía en ese momento con mi hermano, lloraba porque tenía un trabajo el cual no cumplía con la propuesta inicial y el dinero no me alcanzaba. Recuerdo claramente que puse mi almohada en mi rostro, la presioné y grité… Dioooossss, no aguanto más, necesito otro trabajo.

El día siguiente a media mañana, estaba recibiendo una llamada donde me ofrecían un nuevo trabajo, sin necesidad de entrevista y sin pruebas alguna, fui contratado al instante. Ese día pude experimentar que la oración tiene Poder, Fueron solo 7 palabras, a la persona indicada, y reconociendo que El era el único que podía ayudarme.

Te has puesto a pensar que eres producto de una oración? Y si aún dudas porque piensas que tus padres fueron tus procreadores, te recuerdo que antes de todo esto, la Biblia narra oraciones tan poderosas que hasta hoy tienen un poder sobre nuestras vidas.

Recuerdo un canto de niño que decía “Josue oró, el sol se paró, Elías oró, fuego callo. Yo pudiera seguir agregando a este canto, Sanson oró y Dios renovó sus fuerzas y acabó con más filisteos en un instante que en toda su vida, Salomón oró pidiendo sabiduría y recibió mucho más de lo que había pedido, Ana oró al Señor, y Dios le dio a su hijo Samuel como respuesta a su oración, y de esta manera seguir mencionando personajes de la Biblia los cuales elevaron una oración a Dios y fueron contestadas.

De la oración podríamos escribir muchos libros, que por cierto ya existen y son muy buenos, pero hoy quiero compartirte dos versículos que cambiarán la perspectiva de la oración, ya que el motor de esta es la Fe.

En Marcos 10:27 Jesús nos dice que debemos orar a Dios, ya que para el todo es posible.

Entonces Jesús, mirándolos, dijo: Para los hombres es imposible, mas para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios.”

Por lo tanto Nuestra oración debe ser dirigida a Dios, confiados que él obrara en su perfecta voluntad.

Daniel nos exhorta a orar diciendo“porque no elevamos nuestros ruegos ante ti confiados en nuestras justicias, sino en tus muchas misericordias.” Daniel 9:18 RVR1960. Así que cuando oremos no pidamos a Dios pensando que lo merecemos, pero si seguro de que nos ama y quiere lo mejor para nosotros.

Querido amigo, no se trata de que tan bonito puedas orar, ni se trata de lo muy elocuente que puedan ser tus palabras para Dios, yo te reto a que hoy eleves una oración a Dios, que salga de tu corazón, si deseas darle gracias díselo, si tienes una necesidad cuéntasela, si sientes miedo habla con Él, lo que sea que haya en tu corazón en este momento para con Dios coméntaselo, pero hazlo bajo estos dos principios:

1- Reconociendo que no merecemos nada, pero a la ves confiados en que su misericordia es nueva cada día. 

2- Confiado que para El, Nada es Imposible.

Dios te bendiga

Author

Categories: Devocional

0 Comments

Leave a Reply

Avatar placeholder

Your email address will not be published. Required fields are marked *