Proverbios 3:1-2
Hijo mío, no te olvides de mi ley,
Y tu corazón guarde mis mandamientos;
Porque largura de días y años de vida
Y paz te aumentarán.
Cual Padre enseña a sus hijos y aconseja, así es nuestro Dios para con nosotros.
En este versículo, proveniente de un libro usado para enseñar a actuar con sabiduría, una de las principales cosas que enfoca es no olvidarse de las palabras que Dios nos da para saber vivir conforme a su voluntad.
Nuestro Dios es uno, que no solo aconseja, sino que da promesas al seguir su consejo.
Las promesas de Dios para nuestra vida son imperecederas y nos muestran su fidelidad.
Los principales beneficios de mirar atentamente a las promesas de Dios son:
Nos expande la capacidad de comprender la vida
Nos hace crecer como personas
Nos da la esperanza de avanzar y saber que todo es para nuestro bien.
El principal anhelo del corazón de nuestro Padre Celestial es que podamos gozar de su sobrenaturalidad, siendo participes de sus dadivas en nuestra vida, principalmente, La Salvación, otorgada por el sacrificio de nuestro Señor Jesucristo en la cruz y su resurrección para que se extendiera a nivel mundial.
¡Qué bello es ver que una vez nuestros pensamientos han sido moldeados a las promesas de Dios a nuestras vidas, pues podemos experimentar la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento!
Y como dice claramente en este versículo Bíblico, aumentaran, es decir; que será algo que día con día se ira viviendo, donde poco a poco lo que antes molestaba, en base a sus promesas, solo causara, confiar más en las palabras verdaderas de parte de Dios, las cuales no pasaran.
Asi que atrévete a confiar en cada una de las palabras que Dios predestino para tu vida, pues viene el cumplimiento.
En ver las promesas que Dios hizo a tu vida, tendrás paz y podrás descansar en su poder, porque para él no hay nada imposible.
Descansa en las promesas de Dios
Dios te bendiga.
https://www.youtube.com/watch?v=SGettKi_NBw
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