Isaías 40:28-31 “¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance. El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.”
¿Qué es la fatiga?
La fatiga es una falta de energía y de motivación. También se define como el cansancio extremo e incapacidad para funcionar debido a la falta de energía. Muchas veces nos encontramos cansados, sentimos que nuestra carga es muy pesada, la desesperación nos agobia y todo esto es porque queremos solucionar todo con nuestras propias fuerzas.
Hay momentos en que debemos aprender a dejar que el Señor tome el control, el timón de nuestra barca, sé que todo parece que se va a derrumbar si te detienes, si no haces algo, pero Dios tiene el control de todas las cosas.
¿Qué debemos hacer al sentirnos cansados y fatigados?
Cuando te sientas fatigado y sin fuerzas aproxímate al Señor, quita de ti lo que a él no le agrade y verás que todo aquello que en el proceso te es quitado, te será devuelto, pero mucho mejor que antes.
Debemos aprender a refugiarnos en lo más alto que es nuestro Señor, aunque el proceso sea difícil tus fuerzas serán renovadas y saldrás victorioso (a) como las águilas.
Jehová el Señor es mi fortaleza, el cual hace mis pies como de ciervas, y en mis alturas me hace andar. Habacuc 3:19
No olvides que en el Señor puedes encontrar descanso y paz, esa paz que sobre pasa todo entendimiento, no te desesperes, no permites que la fatiga sea el señor de tu vida, descansa en Jesús él dice:
“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas”. Mateo 11:28-29
Personalmente se que es sentirme desesperada, pero te puedo testificar de que si te rindes a él puedes sentir su paz, cuando mi papá estaba en sala de operación me sentía desesperada y cansada, no sabía que hacer, estaba ya sin fuerzas, pero en ese momento elevé mi voz al cielo y en esa situación tan difícil Dios me dio paz y renovó mis fuerzas.
Dios no hace excepción de personas, no importa si sientes que eres la persona más pecadora del mundo porque aun así cuando te postras a él, tus oraciones tocan al cielo, él puede renovar tus fuerzas.
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