¡Pero gracias a Dios! Él nos da la victoria sobre el pecado y la muerte por medio de nuestro Señor Jesucristo.
1 Corintios 15:57
A veces, las promesas de Dios para nosotros implican una pelea. Tenemos que luchar para mantener nuestro enfoque en Él, luchar para avanzar hacia la promesa que sabemos que Dios ha puesto en nuestros corazones.
Tenemos un enemigo real al que nada le encantaría más que desviarnos y dudar de las promesas de Dios. Así que luchamos diciendo que vamos a creer que Dios hará lo que dice que hará, y seguimos luchando hasta que veamos que esa promesa se hace realidad.
En Éxodo 17: 8-15, la nación de Israel, liberada de la gran opresión en Egipto, viajaba a la tierra que Dios les prometió. Sin embargo, Israel estaba luchando de nuevo.
Mientras los israelitas peleaban en el valle, Moisés estaba en la cima de la colina levantando sus manos en oración por estos grandes guerreros. Israel luchó duro, y con las oraciones de Moisés y la ayuda de sus compañeros, Aarón y Hur, los amalecitas fueron derrotados. Moisés sabía que era únicamente por la mano de protección y bendición del Señor sobre los israelitas que ganaron la batalla.
“ Entonces Moisés edificó un altar en ese lugar y lo llamó Yahveh-nisi (que significa «el Señor es mi estandarte»).”
– Éxodo 17:15
En la batalla, las naciones opuestas enarbolarían su propia bandera en un poste en cada una de sus respectivas líneas de frente. Esto fue para dar a sus soldados un sentimiento de esperanza y un punto focal. Esto es Dios para nosotros: un estandarte de aliento para darnos esperanza y un punto focal.
El Señor nos protege, nos cubre de amor y nos bendice continuamente.
Jehová-nissi: el Señor es nuestro estandarte. El Señor nos da esperanza y un lugar para enfocarnos durante las duras luchas cuando el enemigo está tratando de hacernos dudar de las promesas de Dios.
¿Cuándo fue la última vez que te sentaste y agradeciciste a Jesús por todas las formas en que Él es un estandarte en tu vida?
Bendiciones
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