Hoy te invito a leer Lucas 2: 1-7.

La caminata de 110 Kilometros de María y José desde Galilea hasta Belén los llevó por caminos rocosos e irregulares. Ni siquiera un joven en óptimas condiciones físicas podría haber evitado el agotamiento en este viaje y mucho menos una mujer embarazada.

María probablemente experimentó momentos en los que quería renunciar y dejar de avanzar. Pero ella creía que Dios sería fiel, así que cuando el camino era difícil y las condiciones para el parto no eran las ideales, podía aferrarse a la promesa de que su bebé se convertiría en el hombre que salvaría al mundo.

Cuando nuestra esperanza en las promesas de Dios determina nuestras acciones, la fe crece. Hebreos 11: 1 describe la fe como \” La fe es la confianza de que en verdad sucederá lo que esperamos; es lo que nos da la certeza de las cosas que no podemos ver.\”.

Al poner confianza en lo que esperaban, no en cómo se sentían o en lo que podían ver, María y José perseveraron.

A veces, sentimos la incertidumbre de caminos irregulares y rocosos. Incluso podemos sentir que estamos en un viaje que parece imposible. La esperanza es lo que nos permite perseverar a través del miedo y el dolor. Y la esperanza es más poderosa que cualquier viaje cuesta arriba que enfrentemos hoy.

Que te parece si oramos?

Jesús, gracias por darme esperanza en circunstancias difíciles. También quiero eso para mis amigos y mi familia. Ayuda a _____ a creer en tus promesas aunque las circunstancias de la vida parezcan inciertas.

Bendiciones.

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