Dios es paz

Entonces el ángel del Señor se le apareció y le dijo:
—¡Guerrero valiente, el Señor está contigo!
-Jueces 6:12

En Jueces 6: 11-24, Gedeón se esconde, con la cabeza gacha, trabajando duro. Muchos de nosotros podríamos decir lo mismo de nuestro día a día. ¿Con qué frecuencia nos esforzamos y rara vez quitamos la vista de nuestras tareas para tener un encuentro con el Señor?

Cuando Gedeón se dio cuenta de que era el ángel del Señor, clamó:
—¡Oh Señor Soberano, estoy condenado! ¡He visto cara a cara al ángel del Señor!
—No te preocupes—le contestó el Señor—. No tengas miedo; no morirás.
– Jueces 6:22-23

Dios llama a Gedeón para que deje de mirar sus tareas y lo mire.

Cuando Dios le da a Gedeón los detalles de Su plan, está claro que la autoevaluación de Gedeón es mucho más corta que la visión que Dios tiene de él. Gedeón está tan desprevenido que cuestiona a Dios (Jueces 6:15).

En una simple súplica que comienza con “Perdóname, mi Señor”, Gedeón básicamente le dice a Dios: “¡Debes estar equivocado! ¡Yo no! ¡Soy débil, no estoy equipado, no soy capaz! ¡No puedes referirte a mí, Señor! \” Gedeón tiembla de miedo a lo desconocido, sus ansiosos pensamientos quedaron claros en sus palabras.

Cuando dudamos y enfrentamos el miedo, podemos saber que podemos tener paz.

Sin embargo, la historia no termina aquí. Incluso cuando experimentamos dudas y miedo, podemos saber que podemos tener paz. En la bondad infinita de Dios, Él llena a Gedeón con la plenitud de Su paz. Él hará lo mismo por nosotros. Gedeón está tan abrumado después de su encuentro con Dios que se detiene y adora justo donde está, construyendo un altar para el Señor. Llamó al altar Jehová-Shalom o “Jehová es paz” (Jueces 6:24). Él cambia en ese momento de lleno de dudas a lleno de paz.

Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Filipenses 4:7

Pasar tiempo con el Señor en oración, adoración y lectura de Su palabra nos permite experimentar la paz que solo puede venir de nuestro Creador. Él sabe lo que enfrentamos y lo que tememos, y es fiel para prepararnos para avanzar con confianza. En paz.

Bendiciones.