Te invito a leer Salmo 8

Oh Señor, Señor nuestro, ¡tu majestuoso nombre llena la tierra! Tu gloria es más alta que los cielos.
– Salmos 8:1

El salmista llama a Dios majestuoso. Un elogio tan grande está reservado para los mejores. Dios es impresionante, hermoso, digno, glorioso. Dios es un creador impresionante, y nosotros somos su creación favorita.

El mismo Dios que creó un calendario interminable de puestas de sol, océanos, selvas y estrellas, apartó a los humanos pecadores como sus favoritos.
El Salmo 8:5 dice que Él \”nos ha coronado de gloria y honor\”, y nosotros no hicimos nada para merecerlo.

Dios nos hizo a su imagen y semejanza (Génesis 1:27). Él está atento a nosotros. Conoce cada uno de nuestros cabellos y se preocupa por nosotros al satisfacer nuestras necesidades básicas (Mateo 6:25-32).

»Por eso les digo: No se preocupen por su vida, qué comerán o beberán; ni por su cuerpo, cómo se vestirán. ¿No tiene la vida más valor que la comida, y el cuerpo más que la ropa? 26 Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas?
– Mateo 6:25-26

Dios no sólo nos cuida en la práctica, sino que también nos cuida espiritual y emocionalmente. Dios quiere pasar tiempo con nosotros a diario y disfrutar de una relación estrecha e íntima con nosotros. Envió a Jesús para que pudiéramos ser uno con Él, así como el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son uno.

 »No ruego solo por estos. Ruego también por los que han de creer en mí por el mensaje de ellos, para que todos sean uno. Padre, así como tú estás en mí y yo en ti, permite que ellos también estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.  Yo les he dado la gloria que me diste, para que sean uno, así como nosotros somos uno: yo en ellos y tú en mí. Permite que alcancen la perfección en la unidad, y así el mundo reconozca que tú me enviaste y que los has amado a ellos tal como me has amado a mí.
Juan 17:20-23

Jesús se hizo totalmente humano y se sacrificó para que pudiéramos tener una relación con Dios. A través del sacrificio de Jesús, nuestra deuda por el pecado está pagada. El estar \”atento a [nosotros]\” parece un término insuficiente a la luz del gran plan de Dios. Él nos colocó en el centro de sus pensamientos y de su voluntad divina. Esto es un amor extraordinario.

Bendiciones.

 

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Categories: Devocional

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