Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. Marcos 16:15

El domingo mi pastor predicaba y hablaba de este mensaje, pero algo que me impresiono mucho fue cuando mencionaba el siguiente pasaje:

Finalmente se apareció a los once mismos, estando ellos sentados a la mesa, y les reprochó su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que le habían visto resucitado. Marcos 16: 14.

Mi pastor decía Dios me habla acerca de la incredulidad. Sí aun los discípulos que caminaron con Jesús no creían también nosotros somos susceptibles al llegar a ese punto. Creemos en que Jesús resucitó y se levantó de entre los muertos, pero lo guardamos para nosotros como si fuera un tesoro que debemos ocultar, pero en realidad es un tesoro que debemos compartir. En cierta forma la incredulidad puede tomar control cuando dejamos a un lado a Jesús y olvidamos que volverá por su iglesia viviendo una vida rutinaria y callando el evangelio de Cristo.

Cada momento difícil que has pasado es porque Dios te capacitó para compartir tu testimonio a otros, así que no calles el evangelio y predica de que Jesús es un Dios vivo, resucitó de los muertos y puede transformar vidas.

No temas de hablar de Jesús porque no te dejará solo, irá contigo, su Espíritu Santo te guiará y no hay nada más bello y hermoso que cuando Jesús vuelva por su iglesia y entres en el regazo del Señor, no llegues solo, sino que has llevado a muchos a los pies de Cristo porque sí, la salvación es individual pero la misión de compartir el mensaje, de ser instrumentos de rescatar vida es de nosotros.

Sigue hablando de Jesús, muchos quizás no te crean y te reprochen, pero si tan solo uno se arrepiente dice la palabra de Dios que hay fiesta en los cielos.

Dios te bendiga.

Author

Categories: Devocional

0 Comments

Leave a Reply

Avatar placeholder

Your email address will not be published. Required fields are marked *