Cuando nos negamos a perdonar, nos rendimos a la ira y al resentimiento.  La ira se llama uno de los \”siete pecados capitales\” por una buena razón…. ó explota y lastima a otros, o nos devora por dentro.  

La ira endurece nuestros corazones, haciéndolos impenetrables para el amor y la misericordia de Dios.  

Para escapar de la prisión que se construye alrededor de nuestros corazones, debemos centrarnos en sanar nuestro corazón en lugar de la venganza.  

Debemos “Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia” – Efésios 4:3

Orar por las personas que nos han lastimado u ofendido es otro paso importante hacia la curación.  

Cuando oramos por alguien, nos cambia tanto como a la otra persona.  Nuestros corazones pueden transformarse incluso si la otra persona nunca se disculpa.

No tenemos que construir nuestras vidas alrededor del cobro de las deudas que otros nos deben.  

Dios está con nosotros, y podemos entregarle el juicio y el pago que se le cobra.  

Mía es la venganza y la retribución; A su tiempo su pie resbalará,Porque el día de su aflicción está cercano, Y lo que les está preparado se apresura. (Deut 32:35).

 ¿Alguna vez notaste que la palabra dar es parte de perdonar?  

El perdón es un regalo precioso que hemos recibido … y estamos llamados a dar a los demás.  Pero a veces las personas se atascan al pensar que si perdonamos es como si dijéramos que lo que la otra persona hizo no importó. 

 ¡No Solo podemos perdonar cuando hay algo que perdonar!

El perdón reconoce que la otra persona ha hecho algo mal y es realmente culpable.  Cuando Cristo pronunció: \”Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen\” (Lucas 23:24), conocía cada centímetro de la profunda ofensa contra Él.

Porque tú, Señor, eres bueno y perdonador,Y grande en misericordia para con todos los que te invocan.(Salmo 86: 5)

Siempre está dispuesto a ayudarnos a seguir Sus caminos.  Y el perdón es su camino.  Es la razón por la que Cristo derramó su sangre, derramándola \”para muchos para el perdón de los pecados\” (Mateo 26:28).  

Es por eso que estamos llamados a perdonar setenta veces siete veces (Mateo 18:22), y por qué debemos reconciliarnos con nuestros hermanos antes de presentar nuestros dones en el altar (Mateo 5: 23-24).

¡Pidamos a nuestro Señor diariamente que nos dé corazones perdonadores!

Mi reto para vos este día es… 

  • Orar por  esa persona que te lastimó, si aun recuerdas todo como si fuera ayer que sucedió y sientes que extrañas a esa persona, seguramente es Dios queriendo decirte que aun debes perdonar y sanar tu corazón y seguir adelante.

Bendiciones

https://www.youtube.com/watch?v=AG8khEcV7ws

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Categories: Devocional

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