El maestro de las emociones

Cuántos han escuchado decir:
\”Él es demasiado emocional\”
\”No debo vivir por emociones\”
\”Mis emociones no tienen nada que ver con mi relación con Dios\”

Estoy leyendo el libro ¿Qué tiene que ver Dios con mis emociones? del psicólogo costarricense y cristiano Daniel Retana muy conocido por la forma cómo enfoca biblicamente la importancia de las emociones.

La verdad es que los cristianos debemos entender que Jesús también fue humano, por lo tanto nos entiende.

Si quieres llorar, llora.
Si te sientes asustado, expresalo.
Si sientes temor por algo, dicelo a alguien y comparte lo que te sucede.
Jesús, nuestro modelo a seguir expresó todas sus emociones mientras estuvo en la tierra, sin pecar.

\”Debemos mantener un equilibrio en nuestras emociones y entender que todas forman parte del propósito de Dios para nuestra vida\”
Daniel Retana.

Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo.
S. Mateo 26:38 RVR1960

Jesús en sus momentos más oscuros y desgarradores buscó a sus íntimos para expresarse, ¿que te hace pensar qué tú no puedes mostrar lo que sientes hoy?

El Señor quiere traer libertad a tu vida, sanidad a tú alma y mostrarte que Él sabe tú dolor y está a tu lado.

Él se adelantó un poco más y se inclinó rostro en tierra mientras oraba: «¡Padre mío! Si es posible, que pase de mí esta copa de sufrimiento. Sin embargo, quiero que se haga tu voluntad, no la mía».
Mateo 26:39 NTV

Jesús en medio de su frustración hizo algo qué tú y yo debemos hacer siempre, orar al Padre.

Nuestro Sumo Sacerdote comprende nuestras debilidades, porque enfrentó todas y cada una de las pruebas que enfrentamos nosotros, sin embargo, él nunca pecó.
Hebreos 4:15 NTV

No permitas que tus emociones lleguen al extremo de pecar contra Dios, enfrenta la situación en oración, con equilibrio y sigue confiando que el Espíritu Santo te guiará a sus planes aunque las lágrimas corrar por tus ojos.

Así que acerquémonos con toda confianza al trono de la gracia de nuestro Dios. Allí recibiremos su misericordia y encontraremos la gracia que nos ayudará cuando más la necesitemos.
Hebreos 4:16 NTV

Si mañana te derrumbas, recuerda que puedes volver a llorar en los brazos de Jesús, Él, te entiende.

Dios te bendiga.