Cuando sembramos una semilla en la tierra, ella empieza a pasar por un proceso de transformación continua que la lleva al pasar el tiempo a una planta con Frutos.

Nosotros los seres humanos estamos acostumbrados a obtener todo rápidamente sin pasar el proceso de transformación continua ni esperar el tiempo oportuno para cosecha. Esta situación no es solamente con nuestra vida sino que de la misma manera queremos que sean los demás, por ejemplo : si yo la invité a cenar, estoy seguro que ya será mi novia, si saque una excelente calificación alguien me tiene que dar un regalo cuando llegue a la casa, entre a la universidad a estudiar y ya quiero salir pronto de esta carrera, le hablé de Cristo a alguien nuevo y ya tiene que estar predicando en los púlpitos de las iglesias.

Debemos ser cuidadosos en caer en la desesperación en alcanzar el crecimiento de forma rápida, ya que no es asunto de nosotros, es Dios quien lo provoca.

Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios.
1 Corintios 3:6

Cuál es mi deber en cualquier área de mi vida, plantar o regar, en qué? Amistades, familia, proyectos, vida amorosa, en la iglesia, en el colegio, universidad, trabajo, empresa, somos responsables de plantar cosas buenas en nuestras vidas y en la vida de los demás para que Dios haga su parte en cada situación que estés atravesando.

Todos tenemos la misma función que hacer dentro del Reino de Dios porque somos hijos de un mismo Padre, somos iguales, por eso no debemos menospreciar lo que otros plantan o riegan.

Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento.
1 Corintios 3:7

No caigamos en vanas palabrería, uno con otros, envidiando el crecimiento de los demás porque cada uno está pasando por un proceso de transformación y Dios hará crecer a cada uno en su tiempo, conforme a lo que siembre y riegue, solamente asegúrate de estar plantando o regando.

Y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor.
1 Corintios 3:8

Dios no miente y siempre cumple sus palabras, si te dedicas a sembrar amor, esperanza, perdón, generosidad, gozo, unidad, bondad, te aseguro que en su momento recibirás la recompensa de tu siembra. Observa bien porque no creces, quizás no estas plantando en buena tierra o quizás si estas en buena tierra pero no te has dedicado a regarla que significa dedicarle tiempo a algo o a alguien para que Dios terminé de hacer su obra sobrenatural, el crecimiento que estamos esperando que ocurra.

Recuerda, tu haces una parte y Dios hace la otra.

Deseo que en este hermoso día, Dios te haga crecer en todo lo que hagas.

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